Ha trascendido en medios y cuartos de guerra irregular prolongada, que desde el 1° de abril de 1993, en el Estado de Guerrero notoriamente aparece la narco-agricultura en la sierra, que coincide con la notoria farsa de la guerrilla, a partir del uso de los acrónimos PROCUP-PDLP-EPR-ERPI, concebidos y usados desde el palacio de gobierno estatal en Chilpancingo, cuyo asesor áulico en esta segunda materia era José Nelson Murat Cassab, quien cobrara sus altos honorarios de esa fecha al 5 de abril de 1996.
Que ese elevadísimo cobro quedó registrado en la nómina secreta de Héctor Vicario Castrejón, subsecretario de finanzas local, ante el cual también cobraba el líder ganadero estatal Rogaciano Alva Álvarez, quien a su vez era el alcalde de Petatlán en la Costa Grande, impuesto por el gobernador Rubén Figueroa Alcocer, que fue defenestrado del poder ejecutivo estatal por su propio compadre y socio el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, dada la matanza de campesinos en Aguas Blancas.
Que de todos ellos, únicamente el tal Rogaciano está preso por narcotráfico y portación de armas exclusivas del ejército nacional, como cómplice de Los Beltrán Leyva.
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