Por ello, la misma CPyCP y la Cámara en su conjunto –agregó el legislador perredista- carecen de elementos objetivos para evaluar la gestión financiera, comprobar si se ajustó a lo planeado, promover sanción a malversadores y proyectar sobre bases reales los ingresos y gastos del siguiente año.
Lo que sí conoce de cierto la Cámara –continuó- es la percepción sobre uso y abuso de recursos públicos y del derroche en gastos innecesarios por parte de funcionarios mientras millones de mexicanos engrosan cada año las cifras de pobreza y miseria, y mientras la inseguridad y criminalidad crecen en el país.
Planteó, en consecuencia, que la misma Cámara de Diputados, a través de un punto de acuerdo, exhorte a su CPyCP a cumplir con su obligación y emita los dictámenes correspondientes sobre la revisión de las cuentas públicas pendientes de revisión, es decir, cuatro de la gestión de Vicente Fox Quesada (2003, 2004, 2005 y 2006), tres de la de Felipe Calderón (2010, 2011 y 2012) y una de la de Enrique Peña Nieto (2013).
En conjunto, en esos años se programaron 22.88 billones de pesos, ésa es la cantidad cuyo destino se desconoce, no han sido evaluados y son los mismos recursos cuyo fin se debe esclarecer, tal como lo mandata el artículo 74 de la Constitución.
Recordó que la Carta Magna ordena a la Cámara de Diputados revisar, a través de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la Cuenta Pública del año anterior, así como a determinar las responsabilidades a que haya lugar cuando se descubra discrepancias entre ingresos y gastos, y entre lo programado y ejercido.
Además de la ASF, por parte de la Cámara de Diputados participan en la revisión de la Cuenta Pública la Comisión de Vigilancia de la ASF y la CPyCP. Esta última es la encargada de dictaminar todo el proceso y, por tanto, de concluirlo.
“La CPyCP, por falta de interés o de responsabilidad, desde hace cinco legislaturas (casi 15 años) no ha cumplido con el análisis y dictaminación de la Cuenta Pública y, en consecuencia, no ha evaluado resultados de gestión financiera, aplicación de criterios señalados en la Ley de Ingresos de la Federación y Presupuesto de Egresos de la Federación, y cumplimiento de objetivos y metas del Plan Nacional de Desarrollo”, puntualizó.
La importancia, y también lo grave, de lo anterior –reiteró Saldaña Morán- es que la presentación y revisión de la Cuenta Pública es uno de los principales instrumentos de rendición de cuentas y transparencia, y principal insumo para la presupuestación del próximo ejercicio fiscal. Es entonces que se encuentra inconcluso el ciclo presupuestario, al no haber evaluación del gasto.
