En su recorrido del jerarca católico de 19.6 kilómetros, del hangar presidencial a la sede de la Nunciatura, asistieron unas 300 mil personas, según cálculos de las autoridades del gobierno capitalino.
Ya en la Nunciatura Apostólica, el Papa Francisco salió a las 21:45 horas para saludar y bendecir a los feligreses reunidos en las afueras de la representación diplomática con quienes rezó y les pidió mirar a la Virgen.
En el hangar presidencial, en la ceremonia de recepción, el Papa Francisco y el Presidente Peña Nieto saludaron a las respectivas Comitivas oficiales.
Un grupo de cuatro niños con trajes típicos de los estados de Jalisco, Oaxaca, Puebla y Veracruz, acercaron a Su Santidad un cofre con tierra mexicana, el cual bendijo.
Además, se escucharon las notas musicales de un mariachi, y un ballet ejecutó bailables tradicionales de México. Asimismo, artistas mexicanos interpretaron la canción “Luz”.
En el Hangar Presidencial, Su Santidad saludó también al Séquito Papal, al Consejo Permanente y al Consejo de Presidencia del Episcopado Mexicano.
Posteriormente, el Titular del Ejecutivo Federal y su esposa tuvieron un encuentro privado con el Papa Francisco.
En la Nunciatura, el representante de la Iglesia católica Francisco salió a la calle de Juan Pablo II; se dirigió hacia la valla ubicada frente a la Nunciatura donde algunas personas le regalaron flores blancas para ser bendecidas. Los feligreses detrás del gritaban “Te queremos, Padre” y “Bendición, bendición”. Algunos, mostraron alegría y llanto ante el jerarca católico.
De forma totalmente improvisada, el Papa tomó un micrófono para saludar a las personas, bendecirlos, y pedir que no olviden mirar a la Virgen y rezar por las personas que quieren y a las que no nos quieren, por las que nos han hecho daño.
