Ciudad de México, México.— La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), debe revisar y, en su caso, actualice las autorizaciones para las pruebas de diagnóstico del SARS-CoV-2, pidió el senador Raúl Bolaños-Cacho Cué un punto de acuerdo.
El presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, busca otorgar certeza y confianza a la población mexicana sobre la calidad y precisión de estos productos.
Para combatir y controlar la pandemia se han establecido diversas medidas sanitarias, fundamentales para prevenir los contagios, como el uso adecuado de cubrebocas, el distanciamiento social, evitar los lugares concurridos y poco ventilados, lavarse las manos y utilizar gel antibacterial.
Pero un componente fundamental para el control de la enfermedad -asentó el senador del PVEM-, es el diagnóstico oportuno para detectar el virus que se realiza por medio de diversas pruebas, entre ellas, las de antígenos, anticuerpos y de carácter molecular.
El senador indicó que ninguna prueba es 100 por ciento precisa, ya que puede haber fallas humanas al momento de recolectar la muestra, contaminación accidental durante el procesamiento, sensibilidad de la prueba a la temperatura o factores ambientales, así como defectos en los materiales y reactivos de diagnóstico.
En México, la autoridad sanitaria encargada de evaluar la calidad de estos insumos es la Cofepris. Hasta el 6 de octubre de 2020, el organismo había autorizado 39 pruebas serológicas; desde esa fecha no ha informado sobre ninguna actualización en las autorizaciones.
Además, en diversos medios se dio a conocer que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios tiene 37 pruebas rápidas autorizadas, de las cuales 14 fueron retiradas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos.
Bolaños-Cacho aseguró que esto es preocupante, ya que dichas pruebas pueden resultar obsoletas o incumplir con los estándares de calidad adecuados para obtener un diagnóstico confiable.
Por ello, consideró fundamental evaluar la eficacia de las distintas pruebas de diagnóstico disponibles en el mercado, a fin de reducir la cantidad de resultados incorrectos, los cuales retrasan y complican las estrategias de control de la pandemia.
La proposición con punto de acuerdo fue turnada directamente a la Comisión de Salud.