Ciudad de México, México.– De acuerdo con la estrategia del Gobierno de México y del Modelo de Salud Preventivo para garantizarle a toda la población el acceso de manera equitativa, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) reestructuró los servicios de planificación familiar, con el fin de que de manera gratuita las y los mexicanos tenga acceso a ellos y amplíen las oportunidades de acceder a una mejor calidad de vida, informó el director general, Luis Antonio Ramírez Pineda.
La Dirección Normativa de Salud informó que estos servicios operan en unidades médicas de primer nivel de atención, a través de profesionales capacitados para ofrecer educación preventiva, consejería y métodos de planificación familiar de manera confidencial, abierta y adecuada a la edad y el contexto sociocultural de las personas que lo solicitan.
Al respecto, la responsable del Programa de Planificación Familiar en la Subdirección de Prevención y Protección a la Salud, Ivonne Verónica Espinosa Flores, destacó que los profesionales que mantienen la atención con la derechohabiencia son más eficientes, con un trato franco, sin prejuicios, con respeto a la dignidad humana y al derecho de cada persona de decidir de forma libre, responsable, informada y sin riesgo, sobre su sexualidad y reproducción planificada.
De acuerdo con el Anuario Estadístico 2019 del ISSSTE, el año pasado el Instituto otorgó 850 mil 138 consultas de planificación familiar y captó 408 mil 705 nuevos usuarios de estos métodos.
Espinosa Flores precisó que en estos servicios se recibe a personas de ambos sexos en un amplio rango de edad que abarca desde que inicia la adolescencia (a partir de los 10 años de acuerdo con la OMS) y continúa a lo largo de la edad adulta.
La idea de ofertar los servicios desde esa edad -sector en etapa de alta vulnerabilidad-, es prevenir enfermedades de transmisión sexual y embarazos no planeados, principal problema de salud pública en adolescentes, puntualizó.
“En la planificación familiar se tienen que considerar aspectos biológicos, psicológicos y sociales de cada persona; los riesgos relacionados a su edad y condiciones fisiológicas; sensibilizar en prevención de la violencia sexual y respecto a si las personas están emocionalmente preparadas para hacerse responsables de su salud sexual o de la posibilidad de tener un hijo”, explicó la experta.