TRAS LA PUERTA DEL PODER
Por Roberto Vizcaíno
Dicen que origen es destino. Si es así, la consulta ciudadana que se prometió impulsar el presidente André Manuel López Obrador contra 5 de sus antecesores, esos que encabezaron a México en el que él califica como el fatídico período neoliberal -a saber: Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto-, nació muerta.
La verdad es que nunca tuvo opciones reales.
El primer gran golpe, que casi la dejó descabezada y sin rumbo ni objetivo, se lo dio la Suprema Corte al descafeinarla al extremo, cuando bajo la influencia y el espíritu del buen “Chabelo” le catafixeó a la pregunta lopezobradorista aquello de “iniciar una investigación (judicial)”, por lo de ir a una “aclaración” de “decisiones políticas” de parte de “actores políticos” durante “los años anteriores”.
Si alguien entiende a dónde va todo eso, por favor que nos lo explique. La lógica y el buen razonamiento nos dicen que al modificar la pregunta, la Corte no sólo inhabilitó, desecho, anuló la pregunta de AMLO, sino las intenciones del tabasqueño.
Lo dejó en cero.
Y por si había alguna duda, los ministros quitaron de la pregunta final, los nombres de los expresidentes.
Al final, creo, dejaron todo sin culpables ni delito que perseguir.
LA PUNTILLA A AMLO SE LA DIO SANTIAGO NIETO
Algunos andábamos en eso de más que llorar, ponernos a reír con lo de la consulta, cuando Santiago Nieto, el rottweiler consentido de López Obrador, ese que cuando el jefe le dice: “¡Santi, sobre aquel!”, la UIF inmediatamente le congela cuentas a algún incómodo intelectual no orgánico, o fifí, o conservador, o crítico, o agricultor chihuahuense… salió con eso de que la Consulta del Jefe no puede ser aplicada a los 5 expresidentes, porque cuando menos para 3 ya prescribieron los delitos posibles.
Esos tres son: ¡ufff! el odiosísimo Carlos Salinas, el inocuo Ernesto Zedillo y el incómodo y burlón Vicente Fox.
Santiago Nieto, en un encuentro con miembros de El Colegio de México organizado por Sergio Aguayo, dijo que no se puede hablar de ir a una investigación judicial para castigas a los expresidentes, porque todos saben que algunas conductas de algunos de ellos ya prescribieron.
Una “salida” a lo que propone el presidente Andrés Manuel López Obrador, para someter a juicio esos 5, “está en integrar y echar a andar una comisión de la verdad”, como lo propuso hace meses Ricardo Monreal desde el Senado.
Así, al participar en el Seminario virtual Sobre Violencia y Paz de El Colegio de México, Nieto en los hechos consideró que la que Consulta recién aprobada por el Senado y enviada a la Cámara de Diputados para su tramitación a fin de enviarla luego al INE, no tiene ningún sustento ni caso.
“Cuando a mí me plantean en el tema de los ex presidentes, yo lo que digo es que se podría investigar a Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, porque los delitos no se encontrarían prescritos, pero no así a Vicente Fox o Salinas de Gortari, porque los delitos ya se encontrarían prescritos”, sostuvo.
“¿Qué es lo que se tiene (entonces) que hacer? Si en esta parte, donde ya no puede haber una acción jurídica en contra de estas personas, por lo menos sí tener una investigación que permita tener una especie de comisión de la verdad de la corrupción en el país, y que la ciudadanía sepa los alcances a los que llegaron todos los expresidentes que ha mencionado el presidente López Obrador. Creo que podría ser una buena salida en razón de que nuestro sistema jurídico establece esta conclusión de las responsabilidades penales o administrativas por la simple razón del tiempo”, insistió.
NI EL CASO QUE MONREAL BUSQUE ACOMPLAR LA CONSULTA A LAS ELECCIONES
En este contexto, cuando la consulta no tiene ya sentido porque 3 de los 5 han sido prácticamente exonerados por un casi fiscal federal, pues ni para qué ver desgastarse a Ricardo Monreal en la búsqueda de una negociación con los del Bloque Opositor para que la consulta se realice el domingo 6 de junio del 2021 en ligar del 1 de agosto de ese año.
Monreal quiere introducir una reforma constitucional para lograr empatar ambos procesos, a fin de evitar un gasto de quizá 8 mil millones de pesos al INE, y al erario, en estos tiempos de grandes carencias por lo de la pandemia.
Ahora así que, ¿pues ya para qué?
Ya ni para darle gusto a López Obrador que quería con esta consulta exhibir sobre todo al causante de todas sus pesadillas, bueno, al más odiado por él: a Carlos Salinas, quien debe estar muerto de la risa en alguna parte del primer mundo.
En fin, que origen sí es destino. ¡Lástima, Andresito!.
EL FONDO DE OTRA INICIATIVA
Desde que llegó al liderazgo político del Senado, el zacatecano Ricardo Monreal planteó ir en este momento de la 4T, a una gran reforma del Sistema Judicial y de Justicia en México.
El presidente de la Junta de Coordinación Política habla de transformar no sólo las bases de la Suprema Corte y de la Judicatura, sino de la operación de Tribunales, Jueces de Circuito y todo lo que significa el poder Judicial hasta los Ministerios Públicos y agentes de investigación.
Por ello la iniciativa para la nueva Ley de la Fiscalía General de la República, que abrogará la Ley Orgánica actual, va a un sacudimiento de toda esa institución como resultado de un análisis de muchas horas en busca de darle un viraje a la procuración de justicia.
La magnitud de la propuesta del senador Monreal responde a uno de los principales desafíos que enfrenta el país: la procuración de justicia, la persecución de delitos y la administración de la justicia.
Es, confiesa, un largo sueño, una aspiración añeja: Que la justicia deje de estar subordinada al Poder Ejecutivo, y romper así con un vicio que dejó marginados los derechos del pueblo mexicano durante décadas.
Lo que se buscará, dice, es que no haya espacio para la impunidad.
Todo está explicado en el libro presentado en julio anterior por Monreal, sobre Justicia Penal Adversarial.
Ahí sostiene la hipótesis de que, entre lo más apremiante, está superar el dolor de una sociedad lastimada.
“Lo que nos exige revisar la conformación y la utilidad social de cada una de las instituciones públicas, a través de un análisis sustantivo y profundo del sistema de justicia penal, como precondición del Estado de Derecho”, señaló.
En su opinión como doctor en Derecho, el sistema de Justicia Penal aprobado en 2008 no sirvió para terminar con la violencia ni con la impunidad.
Por ello la nueva iniciativa propone atender las lagunas del texto vigente que dificultan la procuración de justicia, realizando un esfuerzo para dar mayor claridad y certeza, así como dotar al Ministerio Público de instrumentos eficaces para la investigación y la persecución de delitos.
Administrativamente, la nueva Ley incluye la integración, funcionamiento y atribuciones de la Fiscalía, así como la organización del Ministerio Público.
La estructura propuesta consta de siete Fiscalías que le darán mayor orden al funcionamiento del organismo; además, contarán con un equipo de investigación y litigación para gestionar la estrategia de forma eficiente. Se busca la colaboración de la Policía con la Guardia Nacional.
Prevé un mecanismo de ventanilla única, mediante el cual se canalice de forma más oportuna los asuntos para su adecuada atención y desahogo pronto; también, el establecimiento de un sistema de evaluación de resultados.