TRAS LA PUERTA DEL PODER
Por Roberto Vizcaíno
Nunca antes -quizá sólo en la colonia- México había sufrido tal saqueo. Encubierto ahora bajo el manto de una necesaria austeridad extrema, recortes, cancelaciones, ajustes, reorientación de recursos, adelgazamientos, reacomodos, fusiones y toda una serie de argumentaciones, el atraco cometido por Andrés Manuel López Obrador a la nación es fenomenal.
Con lo hecho, ya le anuló el futuro a la Nación.
Una vez extinguidos los 109 fideicomisos hoy en juego en la Cámara de Diputados -que representan más de 100 mil millones de pesos que irán a dar a la bolsa discrecional del mandatario-, a López Obrador ya sólo le quedan dos grandes bolsas como objetivo: afores-pensiones y las reservas internacionales.
Y ya hay legisladores y dirigentes morenistas -no se sabe si de motu proprio o por indicaciones superiores-, que ya esgrimen iniciativas para proporcionarle acceso discrecional a esos recursos a AMLO.
El gran asalto inició al comienzo de este sexenio con la absurda, irracional cancelación del nuevo aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco. Fue un golpazo para todos los mexicanos de un total de 260 mil 634 millones de pesos (por obra realizada y costo de contratos cancelados), y otros 78 mil millones de pesos por obras en Santa Lucía. Es decir: una decisión unipersonal de 338 mil 634 millones de pesos prácticamente tirados a la basura, basada en supuestos de corrupción que nunca fueron probados, y ahorros inexistentes.
Al final esos recursos se esfumaron y pasaron a ser parte de nuestros costos fiscales y presupuestales, son simple y llanamente pérdidas nuestras, de usted y mías, de todos los mexicanos sin importar edad, ni condición social.
Ni hablar de lo que eso representa en menoscabo de confianza de inversionistas, en desempleo, en cancelación de futuro para millones y millones de mexicanos.
Incalculable.
Y a partir de ahí, el saqueo, despilfarro, se ha ensanchado y profundizado aceleradamente al punto de que el país bien podría declararse en quiebra en cualquier momento.
Con una caída de -10 o -12 por ciento del PIB, pero que ya venía gravemente desde antes de la pandemia, y un saqueo como el narrado aquí, México comprometió bajo el mando de López Obrador su viabilidad a niveles de la quiebra en todos los sentidos.
Mire Usted: lo invertido por AMLO para nada en Pemex en 2019 y en lo que va de 2020 suma el billón 244 mil millones de pesos; casi un billón más en la CFE, mientras lo de la refinería de Dos Bocas está sumando ya otros 276 mil 750 millones de pesos en tanto que el Tren Maya anda ya en los 156 mil millones de pesos.
Para hacer tal gasto -y cubrir además sus subsidios a sus clientelas electorales- López Obrador ya se quemó casi 400 mil millones del Fondo de Estabilización, quiere reducir 40 mil millones de prerrogativas a los Estados y Municipios, y ha despedido a miles de burócratas, y desaparecido programas esenciales y recortar -ahorros le llama él-, presupuestos en Salud, Educación, Ciencia, Cultura, Hacienda y otros, y ha desaparecido 10 subsecretarías.
Las calificadoras más importantes han retirado ya el grado de inversión a Pemex y están a punto de retirárselo al Soberano, es decir, a México. Han visto, pulsado el nivel del saqueo realizado por AMLO que ya simplemente no les ven caso a las inversiones en este país.
Y es que además del despilfarro, el atraco, López Obrador ha sometido a tal austeridad a todo el Gobierno que en algunas dependencias no existe presupuesto para comprar papel de baño. En muchas áreas les han quitado las computadoras a los empleados y desaparecido viáticos básicos, comidas, ayudas transporte, horas extras, etc, etc…
Bajo su mandato han desaparecido o sometidos a recortes draconianos, casi hasta su extinción, los siguientes programas: de Empleo Temporal que era operado por SCT, Sedesol y Semarnat; de Comedores Comunitarios a cargo de Sedesol; de Apoyo al Empleo a cargo de la Secretaría del Trabajo; 3×1 para Migrantes; de Concurrencia con las Entidades Federativas; de Fomento Ganadero; de Fomento Minero; de Apoyos a la Comercialización; de protección de las personas en estado de necesidad; de Apoyo a la Infraestructura Hidroagrícola de la Semarnat; atención a Jornaleros Agrícolas; de Coinversión Social; de apoyo a las infancias de Mujeres en las Entidades Federativas; Proméxico; Fondo Nacional del Emprendedor; Programa Anual de Estímulos a las Manifestaciones Culturales y del Patrimonio; Programa IMSS-Prospera; Programa de Atención a Personas con Discapacidad; Programa de Abasto Social de Leche a cargo de Liconsa; Programa de Abasto Rural a cargo de Diconsa; Programas del Fondo Nacional del Fomento a las Artesanías; Prospera Programa de Inclusión Social; Sistema Nacional de Investigadores; Seguro México Siglo XXI y otros…
Y ahora va por la desaparición de 109 Fideicomisos, en su mayoría esenciales como el de desastres, o de protección de defensores de Derechos Humanos, o de ciencia o de arte…
Todo para concentrar un gasto sin destino confiable ni transparente de miles y miles, millones de millones de pesos en ayudas a jóvenes, adultos mayores, etc, etc que va a clientelas electorales para mantenerse en el poder.
¿Mantenerse en el poder para qué?, pregunto yo. Así, en estas condiciones, el Estado fallido es ya una realidad innegable, pues entre el derrumbe económico y la confrontación social y política el contexto nacional es ya más que preocupante.
La verdad es que dentro de este contexto no existe ninguna obra nueva, ni carretera o puente construidos durante su mandato. Nada.
El atraco absoluto, pues.
LO PLANTEÓ AMLO, Y LO RETOMÓ MONREAL
Ante el anunciado rechazo de la Consulta Popular para enjuiciar a expresidentes por parte de la Suprema Corte, el presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó que va a enviar una nueva iniciativa de reforma al 35 Constitucional para hacer viable esa consulta.
López Obrador, quien en días anteriores reiteró que es un necio absoluto, dijo que esa consulta sobre los expresidentes fue una promesa de campaña.
“Yo tengo la responsabilidad de buscar que, en México, porque fue mi compromiso, se lleve a cabo la consulta ciudadana y otros métodos democráticos (…) Y de inmediato estaría enviando una iniciativa de reforma al artículo 35 para que no se cancele esta posibilidad”, afirmó.
Casi simultáneamente el presidente de la Junta de Coordinación Política y líder de la mayoría de Morena en el Senado, Ricardo Monreal adelantó que por su parte promoverá bajar los porcentajes del 2 por ciento al 1 por ciento del Padrón para realizar ese procedimiento.
El objetivo, explicó, es dinamizar el uso de la consulta popular como instrumento de participación ciudadana en las tomas de decisión.
Se trata de “abatir la histórica apatía que ha diluido la influencia de las y los ciudadanos en las decisiones públicas”, precisó.
La propuesta del zacatecano plantea que las consultas populares sobre temas de trascendencia nacional o regional se realicen una vez cada año, y solamente respecto de una petición de consulta.
Consideró que este ejercicio permitiría ejercer el derecho constitucional para decidir en torno a temas de trascendencia nacional, de manera que la voluntad de las y los mexicanos, sea vinculante para así incidir realmente en el debate y las decisiones que adoptan los órganos representativos del Estado.
La consulta popular, recordó, no solo se encuentra reconocida y contemplada en diversos instrumentos internacionales como la Declaración Universal de Derechos Humanos o el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; sino también en nuestra Constitución Federal, al igual que el proceso para llevarse a cabo.
El caso es que, a pesar de la existencia constitucional de este mecanismo, factores como la pérdida de la confianza institucional, y el desinterés social, han derivado en que la ciudadanía se involucre cada vez menos en la toma de decisiones públicas.
Así que va otra reforma sobre lo mismo.
