Ciudad de México, México.– Como parte de las obras de ampliación y rehabilitación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que fueron anunciadas al principio de esta administración, con el fin de brindar mejores condiciones y servicio a los pasajeros del aeropuerto más importante del país, durante 2019 se rehabilitaron pistas y rodajes, se remodelaron 50 baños y se remodelan 25 más, además se inició la ampliación de la T2 con la construcción del llamado “Dedo L”.
El “Dedo L” es una edificación de 3 mil 664 m2, para siete nuevas posiciones de contacto que contarán con mostrador, lectores de pase de abordar y pantallas con el estado del vuelo, que permitirán brindar servicios de manera más segura, eficiente y cómoda a pasajeros de aviones Código C. Dicha infraestructura estará lista a finales del mes de julio de este año.
Derivado de los trabajos de mejoramiento del AICM, este mes de junio se concluirán los estudios geotécnicos que permitirán seleccionar las mejores opciones para remediar los hundimientos diferenciales, que en los últimos años se han presentado en las dos terminales del aeropuerto.
Otro proyecto anunciado en 2019 es la llamada Terminal 3, para la cual estaba previsto el pasado mes de abril publicar la licitación del proyecto ejecutivo. El objetivo de esta moderna terminal, con 17 posiciones de contacto adicionales, era mejorar la atención a pasajeros; sin embargo, debido a la pandemia, las necesidades operativas han cambiado, la demanda de pasajeros en el sector aeronáutico, aquí y en el mundo, ha disminuido de manera importante y recuperar los niveles que se presentaron hasta el mes de febrero de este año, tomará entre dos y cuatro años, de acuerdo con los pronósticos realizados por la AFAC, las líneas aéreas y organismos especializados del sector.
Ante esta situación la SCT, considerando que en marzo de 2022, se inaugurará el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en Santa Lucía, Estado de México, con una capacidad inicial para 20 millones de pasajeros, la capacidad adicional en el AICM derivada de la construcción de la T3, resultaría ya innecesaria, por lo que ha propuesto la cancelación del proyecto.