Luego de aclarar que aun cuando él no está de acuerdo en la liberación del uso de la marihuana, el presidente Enrique Peña Nieto, ordenó a la Subsecretaría de los Derechos Humanos que encabeza Roberto Campa, a organizar el debate nacional que defina el camino a seguir por el Estado Mexicano en este tema.
El mandatario consideró que este debate deberá ser el más amplio y especializado y que a él deberán ser convocados “sociólogos, médicos, académicos, la sociedad conocedora sobre el tema”.
Pero no sólo eso, dijo, en este debate deberán participar los Poderes Ejecutivo y Legislativo, como lo señala la propia sentencia de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al conceder la semana pasada un amparo a cuatro ciudadanos para sembrar y consumir marihuana.
La instrucción la dio durante su intervención en el Cuarto Foro Nacional Sumemos Causas. Por la Seguridad, Ciudadanos + Policías, realizado ayer en el Castillo de Chapultepec.
Con ello Peña Nieto dejó abierta la posibilidad de la legalización del consumo de la marihuana en el país.
Ello permitirá arribar además, dijo, a una posición que como país se habrá de presentar “en la convocatoria que Naciones Unidas ha hecho para que en el mes de abril del próximo año se tenga un debate internacional sobre este tema”.
En todo este proceso, dijo, no se puede dejar de lado lo que indica la propia sentencia de la Corte: “que el consumo de la marihuana sí genera efectos dañinos a la salud”.
La cuestión es que, desde la perspectiva de los derechos humanos, no se le puede privar a alguien su decisión de hacer uso de su libertad, y eventualmente, si es su deseo, consumirla a pesar de que sufrirá daños.
Insistió en que su posición personal no se contrapone “con la aceptación y convicción personal que tengo para abrir un debate”, que científicamente, con argumentos sólidos, “nos permita, eventualmente, arribar a otra posición.
“Soy de los que cree que la apertura sobre este tema puede abrir espacio e inducir al consumo de otras drogas mucho más dañinas para la persona y para la salud pública. Sin embargo, no puedo ser dueño único de la verdad. Esa es mi convicción personal. Estoy abierto, y lo estaré como Presidente de la República, para recoger posiciones debidamente documentadas, científicamente sostenibles, que eventualmente puedan dar curso a una posición distinta”, concluyó.
REVELACIÓN DEFINITORIA
Mucho es lo que se ha dicho, hecho e informado respecto del caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Pero hasta ahora no se sabía del motivo que derivó en su secuestro, ejecución, incineración y desaparición. Todo eran rumores, suposiciones, conjeturas surgidas de algunos comentarios de sus verdugos.
Roberto Campa, subsecretario de Derechos Humanos de la secretaría de Gobernación afirma que la investigación realizada por la PGR bajo la dirección del hidalguense José Murillo Karam fue incompleta y sesgada debido a la presión social. Los mexicanos –y el resto del mundo-, necesitaban una respuesta rápida sobre el caso y Murillo nos la dio.
Por eso a esa investigación le hicieron falta otros elementos. Por ejemplo indagar más sobre qué tanto de lo ocurrido era el originado por el narcotráfico.
De ahí que la intercepción telefónica (evidentemente realizada y filtrada por la PGR o el Cisen) que ayer dio a conocer Carlos Marín, director del diario Milenio nos desvela lo que algunos de los involucrados ya habían advertido: que los normalistas ejecutados fueron secuestrados porque algunos de ellos pertenecían al cartel de Los Rojos, grupo rival en la región del deGuerreros Unidos.
La brutalidad ejercida contra los normalistas fue exactamente la que sufren quienes pertenecen a grupos opuestos del narcotráfico. Todos en este país hemos sabido de decapitaciones en vivo, de colgados de puentes, de ejecutados a palos (tal fue el caso de los más de 70 muertos en San Fernando, Tamaulipas), de los entambados y quemados con diesel, de los que pasaron por el “tratamiento” que les daba el pozolero, etc, etc.
La rabia social generada por el caso de los normalistas era porque se les suponía ajenos a la delincuencia. Nadie concebía que a ese grupo de estudiantes, en su mayoría muy jóvenes, se les hubiera tratados como viles narcos.
Pero la llamada telefónica interceptada, realizada al parecer hace unos 20 días entre el vocero del Comité Estudiantil de la escuela Raúl Isidro Burgos Omar Vázquez Arellano y otro normalista, aclara que el narco si ha penetrado entre los estudiantes.
Resulta que en esa llamada se habla de que durante la tarde del pasado 20 de octubre un grupo del cartel de Los Ardillosllegaró hasta el arco de acceso a la normal, a fin de secuestrar a 4 normalistas pertenecientes a Los Rojos. La transcripción publicada por Marín dice:
Estudiante no identificado.- ¿Bueno?
Omar Vázquez Arellano.- ¿Qué hay?
Estudiante.- Ajá, pues la situación está la siguiente: este, ayer, bueno, yo no supe nada pues no, casi no salimos aquí en el (ilegible), estaba con Camilo. Estábamos boteando ayer como a las cuatro, no, a las seis de la tarde; dice el compañero Botas, el… le comentaron también de que llegaron dos grupos ayer… ahí por el arco. Dice que lo intentaron entrar aquí en Ayotzi. Es cierto, hay como tres batos de cuarto que están incluidos con esos grupos, del grupo que les dicen Los Powers, son tres batos que los andan buscando esos cabrones…
Omar.- ¿Quién es? ¿El Chane?
Estudiante.- Creo…
Omar: Sí, Chane y otros…
Estudiante.- Ajá. Son tres batos, güey, y otro de primero. Dice el compañero Botas que un compañero de primero, cuando lograron entrar aquí para rellenar la matrícula y todo eso, este… salió un bato diciendo: “Mire compañero, pues el papá, pues está muy agradecido que tú puedas entrar aquí en Ayotzi. Ahorita, pues si quieres algo puedes pedirlo, lo que tú quieras”. Así le dijo un chavo de primero.
Omar.- Sí, ya sé quién es…
Estudiante.- Quiere decir que este bato también está incluido con esos grupos; dice que intentaron entrar aquí por el arco pero no pudieron y ya después pusieron retén los (policías) comunitarios donde está el corral, la calle que entra por el corral para llegar aquí en Ayotzi, y sí, llegaron hasta acá, hasta el corral estos grupos (de) Los Ardillos; intentaron entrar pero en eso sí pues no entran para hacer escándalos, sino que vienen por los compañeros que están identificados que estaban trabajando con Los Rojos anteriormente, porque dice que todos Los Rojos ya los andan eliminando poco a poquito, así que lo que quieren ellos es sacarlos a esos cabrones, pero los que están aquí (parece aludir a los normalistas que no quieren a los supuestos Rojos, concluye Marín), pero el problema está en lo siguiente: vemos bien de que la situación en el caso de los 43, ¿qué es lo que diría la gente? Pues…
Omar.- Pues sí…
Estudiante.- Se puede malinterpretar ahí. Pues vamos a salir quemados todos nosotros como parte del problema, pues sí. Sería lo peor, ¿no? Pero dice que no se sabe nada si los levantaron o no, pero que ya los tienen identificados y todo eso por cualquier día pues que si los ven los pueden levantar…
Omar.- La cúpula no está, ¿verdad?
Estudiante.- No está Carlitos, no contesta.
Omar.- Nadie de la cúpula, ¿verdad?
Estudiante.- No, Maganda tampoco. A Carlitos le vale verga. A Maganda igual. Carlitos no está, creo que sigue en México, no sé. Le intenté mandar mensajes pero no se ha conectado, se desconectó desde ayer.
Omar.- Órale, ahorita voy a ver si me doy una vuelta rápida para hacer brigadeo en la noche, aunque sea nosotros, lo que podamos, ¿eh? Porque hay que…
Estudiante.- Sí güey, porque sí, la verdad está cabrón güey.
Omar.- Órale pues.
Estudiante.- Sale güey, con cuidadete, ¿eh?
Si esto es cierto, como parece lo es, entonces ya hay un motivo del caso de los 43 y ese es la guerra entre cárteles del narco, muy presumiblemente del trasiego de la heroína a EU.