Durante su intervención en el Cuarto Taller regional “Cuenca del Caribe: Regeneración Democrática”, en la mesa “Políticas y reformas para alcanzar la profundización democrática”, el legislador señaló que el Pacto por México pudo haber sido una oportunidad para lograr “una profundización en el proceso democrático y fortalecimiento del Estado”.
Sin embargo, precisó, finalmente se cayó en la tentación de romperlo para sacar una reforma energética que privatizaría las riquezas de nuestro país en esta materia.
Apuntó que es necesario reorientar el modelo económico, donde aporten más los que más tienen y tener progresividad en el pago de impuestos, así como reorientar las finanzas públicas del gasto en el Presupuesto de Egresos, que permita atender la falta de desarrollo en importantes regiones del país.
Además, continuó, fortalecer la capacidad adquisitiva del salario y con ello incentivar el crecimiento del mercado interno, ya que “tenemos más de 20 años creciendo mediocremente con apenas el 2 por ciento anual y no se ve que vaya a mejorar esta situación”.
La otra gran vertiente por impulsar, añadió, es atender y profundizar el desarrollo democrático del país, combatir la corrupción, la falta de transparencia y la rendición de cuentas, además de que los funcionarios se sujeten a una revocación de mandato, donde periódicamente sean sometidos a un escrutinio popular.
Dar, a su vez, mayor peso al Congreso y avanzar hacia un parlamentarismo o semiparlamentarismo, donde tenga mayores facultades de contrapeso y vigilancia al papel del Ejecutivo, subrayó.
Zambrano Grijalva resaltó que se debe dar un combate claro, directo y frontal a la delincuencia. “Mientras no se toquen, no se dañen o se afecten los resortes económicos del crimen organizado, no vamos a terminar con ello y vamos a seguir como hasta ahora”.
En el ámbito internacional, resaltó la necesidad de generar un papel mucho más activo, una necesaria diversificación de las relaciones económicas para, por lo menos, “atenuar nuestra enorme dependencia respecto a los Estados Unidos y tener un mayor vínculo con los países de Latinoamérica y el Caribe”.
Tenemos un país con una indiscutible cantidad de riquezas naturales, expresó, pero con una gran incapacidad de las clases gobernantes que, durante décadas, han despilfarrado prácticamente toda esta posibilidad de aprovechamiento para el desarrollo, modernización y calidad de vida de los mexicanos.
Hoy en día, dijo, estamos ante una situación donde sólo el 1 por ciento de la población, el de los sectores más privilegiados, concentra la mayor parte del ingreso nacional y donde alrededor del 50 por ciento, según últimos datos oficiales, vive en situación de pobreza y otra parte en extrema pobreza, incluida la alimentaria, como la cataloga la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Declaró que de los 34 países que integran la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), México se ubica como el más desigual, justamente por estas polarizaciones socioeconómicas tan evidentes, con salarios mínimos por encima de la capacidad adquisitiva del sueldo en Haití.
“A la vuelta de casi 20 años, lo que tenemos es un desencanto de la sociedad, porque (la democracia) no se traduce en mejoras en su calidad de vida, en una institucionalidad democrática que responda a las exigencias y al palpitar de la propia sociedad”, acotó.
Subrayó que México tiene un sistema de partidos que sufre una crisis de credibilidad entre importantes sectores de la sociedad y “somos los partidos políticos quienes tenemos la responsabilidad, ya sea como diputados o senadores, los que tienen los más bajos índices de aprobación social, porque se ha desplegado también una clara ofensiva de debilitamiento de las instituciones”.
El evento, realizado recientemente en un hotel de la ciudad, fue organizado por el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas, la Fundación Pablo Iglesias y la Cooperación Española.
