Por Javier Ramírez
Ciudad de México, México.— Las autoridades de la deportiva Francisco I Madero, comandadas por la alcaldesa salvadoreña, Clara Brugada, impiden el uso libre de las instalaciones de ese centro público de actividades físicas. Eso sí, las canchas de futbol surponiente prácticamente las intentan privatizar un grupo de negociantes del deporte instalados en ese centro deportivo junto con el administrador, Pablo Lemus Flores.
De mil maneras, tratan de impedir el acceso a esos campos deportivos, porque supuestamente están fertilizando uno de esos campos. Pero en la realidad lo que hacen es intentar despojar de esos espacios a los usuarios, ya que de manera agresiva sujetos que se encuentran en la zona llegan al campo para exigir a quien entra a que se retire. Son esos negociantes del deporte que las mismas autoridades permiten se apoderen de los espacios públicos de la Deportiva Francisco I Madero.
Uno de ellos es el “responsable auxiliar en la administración” del deportivo, Pablo Lemus Flores, quien, pretende correr a la población de las instalaciones públicas como los campos de futbol de esa zona, y retadoramente declara que lo denuncien con su jefa, Brugada.
La prepotencia de ese servidor público junto con otros personajes que se reúnen sábados y domingos en esas cuatro canchas de futbol, muy cerca de la pista de atletismo, una y otra vez intentan correr a la gente que entra a una de esas cuatro espacios deportivos con el supuesto pretexto de que la están fertilizando.
En realidad quiere apoderarse de esa instalación. Nada más les falta ponerles candados a las rejas y no permitir el paso a la población usuaria como muchos otros espacios privatizados en ese centro deportivo.
