Un ejemplo de que este dicho encierra toda la sabiduría popular, lo dio ayer el presidente del PRI, el sonorense Manlio Fabio Beltrones al rescatar y aplicar una máxima de Jesús Reyes Heroles, quien cuando era presidente del PRI sentenció: primero es el programa y después es el hombre.
Con esa máxima, al echar a andar ayer el Programa Diálogos Por el Estado que Queremos, Manlio desactivó desde ya a los gobernadores que pretenden dejar heredero en el cargo y anuló la contienda -que en algunos casos amenaza ya en convertirse en guerra-, entre aspirantes a ser candidatos en los 12 estados donde habrá elección a gobernador.
La fórmula es simple: Beltrones anunció que en cada una de las 12 entidades con cambio de mandatario estatal deberá haber primero programa de gobierno y después candidato, no al revés. Como lo dictó Reyes Heroles en su tiempo.
En intervenciones anteriores había dejado en claro además que los candidatos que postule el PRI deberán ser los más cercanos a la gente en cada estado. ¿Qué significa esto? Es sencillo: que serán candidatos quienes tengan más preferencias. Y eso lo dirán los sondeos y una consulta directa a los ciudadanos.
El objetivo es uno: no postular ni a herederos designados, ni a personajes que no tienen apoyo popular. El PRI no lanzará candidatos perdedores. Así de simple.
Por ello el Programa Diálogos Por el Estado que Queremos, que será liderado por la Fundación Colosio y el Instituto de Capacitación y Desarrollo Político A.C. en cada una de las entidades con elección, deberá recoger el punto de vista y las propuestas de todos, dijo Beltrones.
Será escuchando a todos, dialogando con todos como se construirá las plataformas electorales con las cuales los candidatos del PRI buscarán el voto en las 13 entidades que tendrán elecciones en 2016, 12 de ellas para renovar gobernador y una –la de BC- sólo para alcaldes y diputados locales.
Beltrones dijo que este esquema fue puesto en marcha porque hoy México necesita certeza, y ésta la buscará el PRI a través de construir primero el programa, para después encontrar a la mujer o el hombre que deba encabezarlos.
“No haremos un acto de incongruencia, como sucede con otros partidos políticos, en donde la izquierda y la derecha, sin deberse ni temerse –pero teniendo programas distintos– se unen simplemente para ganar elecciones, aunque después no sepan cómo gobernar.
“El PRI, antes de buscar aliados, escuchando a nuestra gente, habrá de manifestar el tipo de Estado queremos”, subrayó.
Por eso iniciará una intensa tarea de diálogo con militantes y ciudadanos para incorporar sus propuestas. El objetivo: construir plataformas electorales en las 13 entidades donde habrá elecciones en 2016.
El segundo objetivo será –dijo-, el de articular el proyecto de transformación y modernización nacional que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto con los proyectos locales a fin de alcanzar los mayores beneficios de las reformas para los ciudadanos.
Por eso ayer mismo se lanzó la convocatoria para realizar mesas y foros en los 13 estados con elección – a saber: Aguascalientes, Hidalgo, Tamaulipas, Durango, Oaxaca, Zacatecas, Baja California, Puebla, Chihuahua, Sinaloa, Veracruz, Tlaxcala y Quintana Roo-, con la participación de las filiales estatales de la Fundación Colosio y del Instituto de Capacitación y Desarrollo Político A.C..
Estas convocatorias buscarán promover la participación de militantes, sectores y organizaciones del PRI, y de ciudadanos para que, con base en sus propuestas, se integren los documentos que se presentarán ante las autoridades electorales como sus plataformas electorales y base de sus Proyectos de Gobierno.
Así, afirmó, teniendo primero el Programa y luego a los candidatos, “vamos a alcanzar el triunfo electoral diciendo qué queremos y hacia dónde vamos y eso nos diferenciará de otros partidos políticos”, insistió.
Uno de los ejes de estos objetivos son la consolidación de las reformas la cuales, afirmó, ya están dando resultados.
“Debemos intensificar el diálogo para que se multipliquen sus beneficios en cada entidad y región del país, articuladas en plataformas electorales que se traduzcan en mejores proyectos de gobierno”, agregó.
Por ello insistió en que esas mesas y consultas deberán incluir en cada estado a empresarios, a representantes de la sociedad civil, a integrantes de sectores, organizaciones y cuadros del PRI, para analizar los principales problemas de cada entidad, así como sus posibles soluciones, contando también con la opinión de expertos, académicos, personalidades políticas, intelectuales y dirigentes sociales.
“Ahí también tendrán voz quienes aspiren a cargos de elección popular como candidatos del PRI”, indicó.
Como programas y candidatos deberán estar listos entre enero y febrero entrantes, de acuerdo a las agendas electorales en cada estado para concluir con la elección del domingo 5 de junio de 2016, el programa comenzará de manera simultánea en las 13 entidades.
DELEGADOS
Al parecer Beltrones reforzará este programa para elaborar las plataformas electorales y los programas de gobierno de sus candidatos, con el envío de delegados especiales del CEN del PRI en cada uno de los 13 estados con elección, especialmente en los 12 con cambio de gobernador.
Estos delegados, se ha dicho, serán personajes con la mayor experiencia en operación electoral y política, y su labor será la de conducir dentro de toda la norma y límites legales cada una de las elecciones en juego.
Pero sobre todo se buscará que cada uno de ellos tenga el respeto de los gobernadores salientes, a fin de evitar en lo posible la intervención de estos en cada uno de los procesos y disminuir así la conflictividad y llegar a tribunales.
A VERACRUZ
Este sábado Beltrones acudirá al cambio de dirigente del PRI en Veracruz. En un evento programado a realizarse en Boca del Río, el diputado federal Alberto Silva sustituirá a Alfredo Ferrari al frente del tricolor veracruzano.
Este cambio, inducido por el cuestionado gobernador Javier Duarte, ha sido duramente rechazado y criticado por los senadores priístas Héctor y José Yunes, ambos no sólo aspirantes a la gubernatura del estado, sino los precandidatos con la mayor aceptación de los veracruzanos.
Estos indican que la llegada del diputado Silva no es más que una burda maniobra del gobernador Duarte para posicionarlo a través de propiciarle un cargo desde el cual puede recorrer cada uno de los 216 municipios del estado, no sólo con todos los gastos pagados y sin violar la norma electoral, para luego hacerlo el candidato del PRI a la gubernatura del estado.
Ya han dicho que si eso ocurre el PRI estatal iría a la ruptura y las elecciones al fracaso del tricolor.
Todo un reto por resolver para el sonorense.
¿SEGUNDA LLAMADA?
Luego de una reunión anteayer con los gobernadores en Morelos para echar a andar un nuevo esquema regionalizado de la educación en México, el presidente Enrique Peña Nieto convocó ayer a un encuentro urgente en Los Pinos a su Gabinete para evaluar –dice el comunicado-, “los avances en las acciones que el Gobierno de la República lleva a cabo para instrumentar las distintas Reformas Estructurales”.
La anterior reunión para algo similar fue el 25 de junio pasado, apenas 18 días después de las elecciones federales -y locales en 9 estados-, de las cuales la mayoría de los cargos los ganó el PRI, pero que al parecer no convencieron mucho al mandatario.
Por las expresiones de los convocados ayer, según las fotos circuladas por la misma Presidencia de la República, se percibía un poco de angustia en alguno de ellos.
¿Será que saben que esta fue una segunda llamada?
Si es así, no tardaremos en saberlo. Lo cierto es que no es normal que el Presidente les esté llamando la atención a sus colaboradores sobre los resultados de sus trabajos.