TRAS LA PUERTA DEL PODER
Con mis mejores deseos para 2020
Por Roberto Vizcaíno – A lo largo de 2019, su primer año de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador acabó con las sorpresas. El segundo, este incipiente 2020, lo inicia dentro de la inercia.
Sepultada está la esperanza de algunos que esperaban una marcha atrás en la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Como sepultadas están otras muchas esperanzas de rectificación de decisiones políticas, económicas y sociales con las que AMLO nos ha metido en este margallate en el que estamos sumidos los mexicanos.
Ya ni vale la pena enumerar las contradicciones, los sinsentidos, los “otros datos”, los “me canso ganso” que sustentan la anulación de programas, despidos masivos, cambios de rumbo, desaparición de reformas, o la designación de nuevos titulares en instituciones del Estado.
Los ejecutados y los eventos de violencia, atropellos, inseguridad nos brotan por todos los poros de la vida cotidiana en México.
Tantos, que hemos perdido la capacidad de asombro y de reacción.
Así terminamos el primer año e iniciamos el segundo de los ¿seis? del Gobierno de López Obrador.
Dueño absoluto de su pista de circo, porque la oposición aquí no existe, como tampoco existe una sociedad como vemos con enorme envidia la que toma las calles y plazas en Paris, o Madrid, o Chile y otras muchas ciudades del mundo para reclamar derechos o protestar por decisiones antisociales o económicas muchísimo menores que las tomadas aquí por AMLO, el de Macuspana simplemente se ratifica así mismo todos los días en sus actos y mañaneras.
Tiene fondo su soberbia. La desmovilización social, política, partidaria, legislativa le dice minuto a minuto que aquí él es El Estado. Qué él es la razón única en México.
Igualito que Carlos Salinas él tampoco ve ni escucha a nadie. ¿Por qué habría de hacerlo con el apoyo social que le dan las encuestas?
En este escenario AMLO no administra la abundancia como pretendía hacerlo José López Portillo sino su absurda e inconsecuente popularidad.
Una absurda e inconsecuente popularidad sólo entendible en el bajísimo nivel educativo y cívico del pueblo mexicano.
Nada hay más cierto hoy aquí que la máxima del italiano José de Maistre de que el pueblo tiene el gobierno que merece.
Preparémonos entonces a vivir durante este segundo año, del sexenio de AMLO, la inercia del primero.
BANXICO DICE QUE HABRÁ “RECUPERACIÓN MODESTA”
Madrugadores, los miembros del Consejo del Banco de México consideraron el jueves 2 de enero que México vivirá en 2020 una recuperación modesta de crecimiento económico, sin dejar de señalar que el balance de riesgos continúa a la baja.
O sea…
Y vieron la posibilidad de un efecto negativo para la debilitada economía si las calificadoras internacionales determinan una baja en la nota soberana.
Lo cierto es que todos los indicadores señalan que la actividad económica mexicana permaneció estancada en ceros, lo que reduce las expectativas del Producto Interno Bruto para 2020.
Integrada ahora por cercanos a AMLO y remanentes del gobierno anterior, los miembros de la junta de gobierno de Banxico coincidieron en señalar que “el estancamiento de la actividad económica” simplemente no es algo bueno para México.
Y para no caer en la desesperanza absoluta, sin mucha convicción, iconsideraron que “se prevé una recuperación modesta” en el crecimiento del PIB en México en 2020.
Frente a este escenario la experiencia de los simples ciudadanos es que: sin crecimiento no hay desarrollo y sin desarrollo no hay empleo ni bienestar. Tan-tan.
AMLO TIENE “OTROS DATOS”
Así como terminó 2019 diciendo que le faltaba un año más para “serenar” a México -es decir: acabar con la violencia, las ejecuciones y la inseguridad-, López Obrador inició 2020 asegurando que ahora sí, por Diosito santo, que la economía va a recuperarse este año… ya ven ustedes que “le dejaron” un cochinero.
Y dijo confiar en que, la semana entrante, el Senado de EU apruebe el T-MEC y con ello aumente el flujo de inversiones hacia México.
Sí cómo no…
MONREAL: AGENDA PROGRESISTA
De los pocos con claridad de agenda y objetivos dentro de la 4Ta Transformación, Ricardo Monreal advierte que el combate a la corrupción e impunidad es ya una tarea sin tregua.
“Este año será definitivo para la consolidación de la agenda legislativa progresista en el Senado de la República”, afirmó al iniciar el año.
Coordinador de la mayoría de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, el zacatecano, consideró que 2020 será un año definitivo para la transición planteada por el presidente López Obrador.
Durante el segundo año se irá a fondo, afirmó, en la separación del poder económico y el político.
Monreal afirmó que en 2020 quedarán establecidos los marcos legales que pondrán fin a los privilegios y que consolidarán a la honestidad como el eje de la política de Estado.
Reconoció que es necesario buscar la reconciliación y la unidad de los mexicanos.
Por lo demás delineo una agenda legislativa senatorial complicada que, entre otros temas, contempla concluir el uso legal de la marihuana, un tema de la mayor relevancia que ha generado análisis y debate de especialistas nacionales e internacionales así como de empresarios, productores y de organizaciones de la sociedad civil, entre otros.
Otro tema polémico será el que se trate en foros durante enero para regular el outsourcing, para que el dictamen final sea debatico y puesto a debate entre febrero y abril.
Y, con la firma del Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico, el Senado elaborará una reforma para disminuir la generación de residuos plásticos en México.
Este convenio fue firmado el 5 de diciembre de 2019 entre los principales productores de plásticos en el cual se comprometen a trabajar junto con el gobierno federal, el Poder Legislativo y la sociedad civil, para reducir la producción de materiales de un solo uso.
Monreal recordó que México llegó a ser considerado como el principal generador de basura en América Latina durante 2018. México producen 117 mil toneladas de residuos a nivel nacional.
Lamentablemente, agregó el zacatecano, 70 por ciento de esa basura -mucha de ella plástica- termina en ríos, mares, selvas y bosques, destruyendo los ecosistemas.
Las estadísticas advierten, dijo, una misma conclusión: estamos viviendo por encima de los límites del planeta.
Ante esa situación se requieren urgentemente de acciones concretas e innovadoras, afirmó.
De ahí que este primer intento, serio, entre empresas, industrias, académicos y sociedad civil, pone en marcha compromisos robustos en materia medioambiental.
En el Senado, se comprometió, el esfuerzo concluirá con la emisión de propuestas de ley.
“Estoy consciente de que las prácticas deben cambiar y que definitivamente debemos transitar hacia un nuevo modelo, dentro del cual no comprometamos los recursos de las generaciones futuras”, concluyó.