Ciudad de México, México.— Las autoridades de la alcaldía de Iztapalapa, a cargo de Clara Brugada, van de mal en peor, pues decidieron cerrar once días, del 23 de diciembre al 2 de enero próximo, las puertas de la deportiva Francisco I. Madero por las obras que llevan a cabo dejando sin el servicio a cientos de usuarios que tienen muy pocos espacios de este tipo en la demarcación para efectuar sus actividades físicas.
Ante la inconformidad de los deportistas, los elementos de la Policía Auxiliar que resguardan las instalaciones de ese centro de deporte, de manera prepotente, intentan intimidar a la población. Retadores los vigilantes, solamente se concretan a decir que las peticiones se hagan ante el administrador del deportivo que es colaborador de Brugada. El hecho es que en Iztapalapa hay pocas instalaciones deportivas y en lugar de que las autoridades promuevan las actividades físicas sin costo alguno, todo se llama dinero en la Francisco I. Madero.
Algunos deportistas están viendo la posibilidad de cerrar las calles de ese deportivo en protesta por el cierre y obligar a Brugada a que abra las puertas, pues el cierre es del 23 de diciembre al 2 de enero, sin el menor rubor por parte de los Brugada y colaboradores.
Hace unos días, Vorágine denunció el cierre de la puerta de acceso al deportivo que está en Emilio Azcárraga Vidaurreta y calle 3, y ahora de plano cerraron la que está en Av. Universidad y Telecomunicaciones.
Sobre las quejas ciudadanas, la alcaldesa Brugada hace oídos sordos igual que sus colaboradores sin tener ningún tacto ciudadano con la población. Los deportistas se preguntan si las autoridades tendrán facultades para cerrar un deportivo y dejar sin ese espacio público a cientos de usuarios.