Ciudad de México, México.– El establecimiento de 13 mil 500 Centros Integradores de Desarrollo en el país es “un planteamiento de cercanía con la sociedad que nunca antes había ocurrido”, afirmó el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Suárez Carrera.
Estos espacios —que están en proceso de instalación por parte de la Coordinación General de Programas Integrales para el Desarrollo—, permitirán una nueva relación sociedad-gobierno y gobierno-sociedad y establecerán una coordinación intersecretarial e intergubernamental, abundó el funcionario.
Durante la quinta conferencia del ciclo “Autosuficiencia alimentaria e innovación tecnológica con prácticas sustentables” de la Secretaría de Agricultura, destacó el que estos Centros contarán con cajeros automáticos del Banco del Bienestar y propiciarán así la inclusión financiera de la población rural, considerando también a la más pobre y aislada y de comunidades indígenas.
“Veremos los resultados de estos Centros en los próximos meses y años. Son un elemento transformador de gran alcance y el corazón de la Cuarta Transformación”, señaló.
Precisó que estos Centros, de la mano de los programas de Bienestar, representan un acto de justicia, de reconocimiento de derechos de la población rural, reconstruyen el tejido social y reaniman la economía local y nacional.
El funcionario comentó lo anterior luego de que el coordinador general de Programas Integrales para el Desarrollo, Gabriel García Hernández, indicara que 21 millones de personas en México reciben apoyos de los programas de Bienestar (Producción para el Bienestar, Adultos Mayores, Becas Benito Juárez y Jóvenes Construyendo el Futuro, entre otros), pero dada la insuficiencia de sucursales bancarias en el medio rural la mayoría de estos beneficiarios deben hacer traslados y gastos onerosos para cobrar sus apoyos.
De dos mil 500 municipios del país, mil 877 carecen de sucursal bancaria. Los Centros Integradores resolverán esto y establecerán una relación gobierno-sociedad más ágil, refirió el coordinador general.
“El gobierno debe ir a la gente no la gente al gobierno”, sobre todo si se toma en cuenta que 97 por ciento del territorio es rural, son 180 mil localidades las involucradas. “Allí es donde está la pobreza, y allí es donde emergerá la verdadera riqueza”, abundó García Hernández.
En la conferencia “Paz y desarrollo en el medio rural”, el director de la asociación civil Centro Lindavista/Centro de Investigación, Información y Apoyo a la Cultura, Adalberto Saviñón Díaz de Sollano, habló de la iniciativa “Guerrero es Primero”, que se desarrolla en cuatro municipios de la Costa Grande.
Reportó que en agosto se realizaron foros de pacificación y reconciliación en 18 ciudades (varias de otros estados). De sus resultados, aún en proceso de sistematización, “hemos tomado elementos para proponer acciones por la paz”.
Informó que en estos procesos está involucrada una red de organizaciones campesinas, académicos, iglesias y organizaciones urbanas.
“Queremos promover un diálogo inclusivo, y la colaboración entre sociedad y gobierno, involucrar a todos los actores. Guerrero no es una isla, queremos sacarlo adelante”, comentó.
Entre las acciones realizadas está el impulsar a gobiernos municipales a firmar compromisos para territorios de paz y desarrollo sustentable y vincular actividades sociales y económicas entre las comunidades rurales y la ciudad de Acapulco.
Asimismo, se buscará definir en los territorios alianzas entre municipios; continuar con debates razonados, inclusivos y abiertos; concientizar sobre el territorio a quienes manejan visiones sectoriales para trabajar ya con una visión integral y sustentable, y crear proyectos con equipos mixtos (académicos, campesinos, organizaciones rurales, etcétera).
El director de la Red de Agricultores Sustentables Autogestivos (RASA) de Guerrero, Arturo García Jiménez, afirmó que ante el hecho de que muchas regiones en el país están dominadas por grupos violentos, resulta de vital importancia el impulso de procesos de coordinación comunitaria, a fin de rearticular los territorios de propiedad social (ejidos y comunidades), los cuales son dueños de 79 por ciento de la superficie de la entidad y con ello son propietarios de minas, bosques, agua, diversidad.
“Son dueños, pero nunca han sido los verdaderos beneficiarios”, destacó.
Precisó que antes de conocer el concepto de Centros Integradores, ya en Guerrero se habían realizado 870 asambleas comunitarias para identificar problemas prioritarios en materia de servicios, producción y medio ambiente. Con ello se realizaron negociaciones con los presidentes municipales para la asignación de recursos presupuestarios.
Ha sido, sostuvo, una experiencia exitosa que muestra que “tenemos que regresar a la comunidad como principio y fin de estos procesos”.
Consideró que con la creación de los Centros Integradores va a cambiar el modelo de relaciones en el campo mexicano.