Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Con la fuerza de un reconocimiento casi total por parte de todas las fracciones, la senadora priísta Beatriz Paredes fue la portavoz de la mayoría de ellos para advertir que el recorte del 70% del personal de confianza previsto dentro del Gobierno, podría derivar fácilmente en una grave disminución de la capacidad del Estado para atender sus funciones esenciales.
Paredes -exgobernadora de Tlaxcala, exsubsecretaria de la Reforma Agraria, diputada y senadora en varias ocasiones, embajadora en Cuba y Brasil, presidenta de Senado y Diputados en momentos clave, y expresidenta del PRI-, consideró que el proyecto de Plan Nacional de Desarrollo de Andrés Manuel López Obrador podría carecer del rigor que exige un plan de gobierno en cuanto a sus posibles efectos.
Indicó que tan sólo el recorte de plazas de confianza, exige una metodología, datos duros, criterio científico y profesionalización del aparato de Gobierno.
La reducción de 70 por ciento del personal de confianza, la falta de rigor metodológico y claridad en la recaudación de ingresos que se plantea en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, pone sin duda en riesgo la capacidad de operación institucional del Gobierno, insistió.
Así, al participar en el Foro “Análisis y Perspectivas de Planeación del Desarrollo: PND 2019-2024”, consideró que el documento rector del desarrollo “enciende luces de alerta” por la dramática reducción de plazas de confianza, pues son estos los trabajadores que se especializan en los procesos para el funcionamiento del Gobierno.
Los grandes directivos, los secretarios o subsecretarios no son los encargados del funcionamiento de la administración del Estado, sino el equipo intermedio que va adquiriendo el conocimiento de la gestión pública.
“Hay un enorme riesgo que supone dejar al aparato del Estado sin cuadros que sepan conducirlo”, precisó.
Organizado por el Instituto Belisario Domínguez, el tink-tank más adelantado del Congreso mexicano, y que hoy preside el senador Miguel Ángel Osorio Chong coordinador de la pequeña bancada del PRI, el evento de análisis sirvió para que la senadora Paredes hiciera una revisión de dicho documento y apuntara que “la falta de soporte metodológico con fuentes analizadas, datos duros, soportes científicos y elementos de la realidad, para dar certidumbre a la sociedad”.
De contar con estos soportes metodológicos el PND se alejaría de los regímenes despóticos o autoritarios y “de las ideas mesiánicas para resolver los grandes problemas nacionales”, comentó.
La solidez del Plan requiere un criterio científico y el aparato de Gobierno, de la profesionalización del personal, señaló.
Paredes señaló que la tarea de gobernar es un esfuerzo cotidiano que requiere conocimiento y valoración.
“No sólo con las emociones se gobierna. Es un esfuerzo de racionalidad. Y en los estados democráticos es un esfuerzo de concordancia entre lo que ordena la legislación y lo que tu actitud cotidiana realiza si eres gobernante”.
En el PND en curso de aprobación, dijo, se confunde la táctica con una estrategia y, al mismo tiempo, un mandato legal, en lo que refiere a la concentración de adquisiciones. Esto, agregó, incide de forma negativa en la operación del aparato del gobierno. Ya hay crisis en áreas estratégicas del país, como en la compra de medicamentos.
En su participación, el Coordinador del Programa Universitario de Estudios de Desarrollo de la UNAM, Rolando Cordera Campos indicó que el proceso de aprobación del Plan está insuficientemente desarrollado.
Existen vacíos legales, dijo, que deben subsanarse a fin de tener claridad en la planeación.
Esperemos que la actual legislatura de la Cámara de Diputados subsane estos vacíos, sugirió, que nos permitirán ver con más precisión sobre el edifico organizativo institucional que el país debe construir, si quiere, en efecto, gobernar con base en la evidencia.
“No sólo gobernar con base en la evidencia, sino gobernar en concordancia con una visión de mediano y largo plazo para la evolución política del pueblo mexicano”, subrayó.
El propósito de planear, señaló, ha recorrido un largo camino en México. Actualmente, precisó, representa el compromiso con la justicia social.
“La planeación debe convertirse en un componente central del ejercicio para mejorar el gobierno en nuestro país”, apuntó.
La importancia y pertinencia que tiene el ejercicio planificador es que representa el compromiso con la justicia social.
“La planeación debe convertirse en un componente central del ejercicio para mejorar el gobierno en nuestro país”, concluyó.
SI SE PUEDE
Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados, aseguró ayer ante alcaldes del país que hablar de un posible reparto de los recursos públicos de manera equitativa entre la Federación y las entidades, no es para nada una utopía.
El punto para ello se encuentra, agregó, en alcanzar una redistribución fiscal justa, equilibrada y territorial.
Dijo lo anterior al recibir las propuestas del Foro de Consulta del Plan Nacional de Desarrollo y los Municipios de México.
Acompañado del presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, diputado Alfonso Ramírez Cuéllar; del presidente municipal de Nezahualcóyotl, estado de México, Juan Hugo de la Rosa García, y del alcalde de Gustavo A. Madero, Ciudad de México, Francisco Chígil el presidente de los diputados insistió en que lo propuesto no es una utopía.
A su vez el presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, diputado Alfonso Ramírez Cuéllar, indicó que el documento recoge las propuestas de consultas con distintos alcaldes del país.
“Quieren que se incorpore al dictamen que se abordará el próximo 27 de junio, cuando se discuta el PND 2019-2024”, subrayó.
Y el alcalde de Nezahualcóyotl, Juan Hugo de la Rosa García, pidió que se considere a los municipios como parte del desarrollo del país; es algo que no encontramos en el PND.
Luego, en una rueda de prensa, Muñoz Ledo consideró que “nuestro país es terriblemente centralista, aunque la Constitución establezca que es federalista. Aunque los montos se devuelven a los estados y municipios mediante participaciones, la Federación se queda con 80 por ciento”.
El mayor componente de la Cuarta Transformación, dijo, es la igualdad, y “aquí se vive una de las peores desigualdades del país, de la que casi nunca se habla”.
Desde mucho tiempo atrás, agregó, os recursos se han concentrado y se han gastado, en su mayoría, por la Federación.
De ahí que recibimos las propuestas de los alcaldes y, además, “estamos preparando un proyecto de reformas constitucionales en materia de federalismo y municipalismo”.
El propósito, apuntó, es iniciar un movimiento claro y con hechos para disolver, en lo posible, el centralismo mexicano, fortalecer las partes de la Federación y devolver la soberanía original a los municipios.
En la actualidad, concluyó, se cuenta con la Ley de Coordinación Fiscal, pero en la que la Federación se queda con todo y ya se llegó a un límite.
“La riqueza, fundamentalmente, proviene de recursos naturales, turismo y lo que se genera en los municipios; sin embargo no reciben los que justamente les correspondería”.