Análisis a Fondo
El IMSS lleva 20 años en la quiebra. Lo dice Muñoz Ledo
Contra AMLO, se impone el neoliberalismo de Hacienda
Por Francisco Gómez Maza
El asunto del IMSS no es caso menor. Ha operado en bancarrota por lo menos los últimos 20 años. Porfirio Muñoz Ledo, que fue su director general, lo atestigua. Desde hace muchos años viene arrastrando graves deficiencias y rezagos, aunados a una terrible corrupción.
Los trabajadores operan en condiciones verdaderamente deplorables, inhumanas, antihigiénicas (los basureros están junto a las cocinas, por ejemplo; los excusados están cochinos, sin papel para limpiarse y sin agua para lavarse, menos jabón, y los que hacen las velas, o sea que trabajan 12 horas nocturnas, sin el pago que marca la ley para quienes labora por la noche, tienen que defenderse de pulgas, ácaros, cucarachas, y llegan a su casa con el cuerpo todo picoteado y lleno de comezón. Recientemente en una zona importantísima del hospital Siglo XX1 – el anfiteatro – hubo un gran derrame de formol, sustancia que sirve para conservar los cadáveres, y no hubo poder humano que lo mandara limpiar, ni el director del área, ni el director general. Los trabajadores hicieron lo que pudieron, pero los fuertes olores de esa sustancia tuvieron que soportarlo durante varios días. Y me temo que a estas alturas aún no ha sido solucionado el problema.
No. El IMSS está mal desde siempre. Creo que desde que nació. Los gobiernos de derecha, o como le gusta autocalificarse al PRI, de centro derecha, y los de la extrema derecha albiceleste, pretendieron, con todas sus fuerzas, privatizar, como todo, el sistema hospitalario y por ello dejaron que el IMSS se deteriorara al máximo.
Y ahora que el presidente López Obrador decretó la muerte del neoliberalismo, resulta que los funcionarios de Hacienda – aunque el mandatario tenga toda su confianza en ellos, lo están traicionando -actúan como viles neoliberales, como si su presidente fuera Augusto Pinochet. Aplican el mismo enfoque del pasado: cortar gastos y suprimir personal sin importarles las consecuencias en los servicios fundamentales de la institución, como me lo comentó el colega Luis Botello, que de eso sabe.
Lo que pasó en el poco tiempo que Germán Martínez Cáceres fue director es que no le alcanzó el presupuesto que le asignaron ni para el comienzo. Los de Hacienda se fueron por lo más fácil, igualito que los neoliberales: el salario de los trabajadores y el recorte de personal. Y nunca pensaron que en las clínicas y hospitales se apersonan pacientes de gravedad que requieren atención inmediata. No hubo, además, química entre la dirección del IMSS y los perros guardianes del Erario: los chamacos de Carlos Urzúa, quien le tergiversa la realidad a su gran jefe.
Ahora, yo escribí este miércoles en mi perfil de Face Book que, si a Zoé Robledo Hacienda no le da presupuesto para atender, por lo senos lo más urgente del IMSS, asuntos gravísimos que AMLO no puede conocer, porque no puede saber de todo lo que pasa, no es google, en los que va la vida de miles, si no es que millones de los llamados derechohabientes, les aseguro que, por muy obediente y dependiente del presidente de la república, y perrito faldero (perdón Zoé, pero así es), el tuxtleco también renunciará por dignidad. Hay gravísimas carencias en el IMSS – falta mucho material quirúrgico y medicamentos -que, de plano, no tienen calificativo ni perdón de dios. Eso de bajarles el sueldo o beca a los muchachos que hacen sus prácticas médicas es una reverenda estupidez, por ejemplo, mientras se privilegia el beisbol que tanto gusta al hombre de palacio. Y la vida de un bebé que nació casi ahogado vale mucho más que una bola en el diamante, aunque sea el de los tranviarios.
En la víspera, el digital Animal Político dio en el clavo. Y le creo. Son periodistas muy profesionales, que no van a estar inventando fake news para soliviantar a los antipeje, como dice la colega Tere: La Secretaría de Hacienda frenó la entrega de mil 363 millones de pesos destinados a medicinas y a la mejora en los servicios de atención médica para los más marginados del país, lo que finalmente detonó la renuncia del director del IMSS, Germán Martínez Cázares, este martes.
Además, Hacienda detuvo el pago del salario de los delegados del IMSS en los estados, así como los recursos para el avance de las obras del Instituto y los pagos urgentes para saldar los adeudos a proveedores. Y todavía el Sindicato del IMSS da su respaldo a AMLO, pero le pide atender las carencias en hospitales.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo durante una conferencia matutina que no hay retención para el IMSS, que el dinero sí se transfirió, aunque, señaló que revisará los datos de los informes trimestrales de Hacienda. Sin embargo, documentos obtenidos por Animal Político muestran otra situación.
En el caso de los mil 363 millones de pesos, en los últimos tres meses Hacienda ignoró las solicitudes del exdirector para liberar los recursos para el Programa IMSS Bienestar y para el programa de Fortalecimiento a la Salud, como muestra un oficio del 22 de marzo dirigido al secretario de Salud, Jorge Alcocer, en el que el ahora extitular del IMSS, Germán Martínez, pedía que le indicara la forma de acceder a los recursos del programa IMSS Bienestar, que atiende a 6.1 millones de familias en las zonas urbanas y rurales más marginadas de 28 entidades.
Dicho oficio, obtenido por Animal Político, se sumaba a otro documento enviado el 25 de febrero pasado donde solicitaba lo mismo: saber el “proceso para la gestión y transferencia de los recursos presupuestarios”, por lo que también incluía en la comunicación al titular de Hacienda, Carlos Urzúa.
Los reportes oficiales de gasto muestran que aun después de enviados estos oficios, los recursos no se entregaron.
Y es que de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2019, el programa etiquetado en el ramo 12 de Salud tenía previsto un gasto de mil 363 millones de pesos, pero en los primeros tres meses no se entregó un peso.
El programa tenía autorizado la entrega de 750 millones de pesos de enero a marzo, lo que representa 68% del presupuesto total, pero los reportes de Hacienda están en ceros, en el informe trimestral, donde se registra el avance en el gasto.
El programa Fortalecimiento a la Atención Médica tenía presupuestado 262 millones 820 mil pesos, pero tampoco se entregó nada en los primeros tres meses del año, pese a que tenía autorizado el gasto de 84 millones 971 mil pesos.
Por ello, la denuncia avanzó hacia el terreno público. El 13 de mayo, Martínez Cázares dijo en una conferencia de prensa que el presupuesto del IMSS-Bienestar no se había entregado y estaba atorado en un “limbo administrativo”.
El punto final fue este 21 de mayo cuando Cázares explicó en su renuncia que había una “injerencia perniciosa” por parte de Hacienda en la administración del IMSS.
En fin, ¿es una broma de mal gusto, lanzada por AMLO, eso de que se acabó con el neoliberalismo?
Y no vamos a hablar de las compras del IMSS, las obras, ni de reglamentos para colocar a funcionarios administrativos en los estados, ni de los delegados.
Según información de exfuncionarios del IMSS, ante la orden de Hacienda de no contratar personal nuevo en los estados, no se estaba pagando a los nuevos delegados, por lo cual, en solidaridad, Martínez tampoco cobraba su sueldo.