Pautas culturales y prácticas informales, limitan la igualdad de mujeres en vida política, coinciden especialistas

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Ciudad de México, México.– En el impulso a la visibilización de los temas de género, es necesario llevar las agendas más allá de las cuotas y la paridad para incluir elementos que abarquen la participación y representación política de las mujeres en la vida pública, coincidieron especialistas y autoridades durante la presentación del libro “Mujeres en la política. Experiencias nacionales y subnacionales en América Latina”.

Coeditado por el Instituto Electoral de la Ciudad de México y la Universidad Nacional Autónoma de México, el libro contiene doce estudios que visibilizan  las importantes transformaciones sufridas en las últimas tres décadas en el tema de género, sin embargo dejan ver que los cambios normativos conviven con pautas culturales y prácticas informales que limitan la igualdad en la práctica y refuerzan el lugar subordinado de las mujeres en la política latinoamericana.

El Instituto Electoral de la Ciudad de México es un aliado para las mujeres en el impulso y promoción de la agenda de género, aseguró el consejero electoral Mauricio Huesca Rodríguez, quien destacó que la discriminación se da también con motivo del ejercicio del cargo y la forma de otorgar la representación política de la mujer en los órganos de gobierno.

El libro “Mujeres en la política. Experiencias nacionales y subnacionales en América Latina”, indicó el consejero electoral, evidencia de forma comparada las prácticas que generan obstáculos dentro y fuera del proceso electoral en América Latina, destaca y reconoce las acciones afirmativas que se han impulsado y deja ver que, no obstante ello, las mujeres no ocupan cargos relevantes en los órganos colegiados de gobierno de los poderes. Aún están fuera de los aspectos que permitan impulsar amplias agendas de género, resaltó el consejero Huesca Rodríguez al participar en la presentación realizada en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la máxima casa de estudios del país.

Para Karolina Gilas, académica de la UNAM y autora del artículo “La paridad de género y la regla de los distritos perdedores en México”, la cual consiste en garantizar la paridad no sólo en los porcentajes de candidaturas, sino también prohíbe postular candidatos de un género en los distritos donde una fuerza política no tiene expectativas de ganar la elección, aunque resulta novedosa, dicha regla no ha tenido mayor impacto sobre el número de mujeres electas en cargos legislativos nacionales y estatales, por lo que incluso, llega a carecer de sentido.

Para la académica de la UNAM, debemos trasladar la visibilización de la paridad a otros ámbitos, por ejemplo hacia políticas públicas que abarquen la educación, economía y cultura.

En tanto, Erika Estrada Ruiz coautora del libro, “mientras no existan acciones internas en los partidos políticos que impidan la simulación y generen competencia en igualdad de circunstancias, no lograremos disminuir y eliminar la violencia política que se ejerce en contra de las mujeres”. Por ello estimó necesario elaborar un Manual o Protocolo de Buenas Prácticas para identificar y guiar la manera de utilizar los recursos económicos en los procesos electorales.

En su texto “El financiamiento público como una vía para promover la representación política de las mujeres en México, Colombia y Brasil”, Estrada Ruiz afirmó que un problema para el empoderamiento femenino es el manejo centralizado de los recursos por parte de los institutos políticos.

En su momento, la doctora Flavia Freidenberg, investigadora de la UNAM, libros como este son la muestra de que la realidad se puede transformar a partir de la visibilizacion de una problemática. Para la coeditora del libro, también resulta evidente que no basta el diseño legal para impulsar cambios, sino que el poderío viene acompañado de una voluntad cívica de actores (autoridades, academia y sociedad civil) y México representa un caso de éxito.

El libro contiene 12 capítulos y los lectores pueden ver en cada escrito que si bien el diseño y las reglas electorales han sido exitosas en América Latina, funciona mejor en aquellos casos en los que cuenta con un sistema que vigile y exija su cumplimiento.