Ciudad de México, México.– El subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro Bórquez, aseguró que México necesita de un magisterio que reflexione sobre su propia práctica educativa, para articular la acción pedagógica con la transformación social de la realidad, y favorecer el diálogo y la vinculación de las instituciones de educación superior con la comunidad.
Durante su participación en el foro Hacia una nueva legislación para el fortalecimiento de la educación de niñas, niños y jóvenes, organizado por la Comisión de Educación del Senado de la República, en el marco del análisis y discusión de la iniciativa con proyecto de decreto para reformar a los artículos 3º, 31 y 73 constitucionales, Concheiro Bórquez aseguró que los cambios apuntan hacia una profunda transformación del sistema educativo nacional, reivindicando el derecho de niñas, niños y jóvenes a recibir del Estado una educación integral, con equidad y excelencia
Agregó que dado los altos índices de desigualdad que existen en el país, el presidente de la República, Andrés Manuel López, Obrador colocó a la justicia social en el centro de las prioridades de este gobierno, y a la educación como el eje de cambio de la sociedad.
Mencionó que la escuela es la única institución pública que, a pesar de sus deficiencias y contradicciones, abre las puertas de sus recintos a más de 36 millones de niñas, niños, jóvenes para brindarles oportunidades de estudio, aunque no siempre ni en todos los casos sea en igualdad de condiciones.
Por ello, reiteró, que será obligación del Estado garantizar que la educación cumpla con los siguientes postulados:
Universal. Es decir, haga efectivo el derecho a la educación de toda persona para alcanzar su bienestar a lo largo de la vida.
Gratuita. En tanto un derecho social, obligándose el Estado a poner las condiciones de acceso a la educación para toda la población, incluyendo la de nivel superior. “La educación no es, ni puede ser un negocio”, aseguró.
Laica. Que vigile el acceso a la educación sin restricción de credo o religión.
Democrática. La educación contribuirá a formar ciudadanos que ejerzan como forma de vida y organización de gobierno, los valores democráticos como la igualdad, pluralidad, justicia, participación, solidaridad y el respeto a los derechos humanos.
Integral. Impulsando que la formación en las escuelas abarque el desarrollo de todas las dimensiones de la persona humana.
Equitativa. Hacer efectivo el derecho a la educación de las poblaciones menos favorecidas, con una perspectiva de género e interculturalidad.
De excelencia. Como resultado de la aplicación de buenas prácticas educativas y de la apropiación de la cultura del mejoramiento continuo en todas las comunidades escolares del país.
Finalmente, indicó que, a partir de la reforma del artículo tercero constitucional, el Gobierno de la República plantea una estrategia para fortalecer las escuelas normales superiores y a la Universidad Pedagógica Nacional, como instituciones encargadas de formar docentes y profesionales de la educación, responsables de participar en los cambios sociales del país; formadores de estudiantes críticos y de ciudadanos comprometidos con la construcción de una sociedad justa y equitativa.