Ciudad de México, México.– En la participación semanal en tribuna de una persona hablante de lengua originaria, con motivo de la celebración del 2019 como Año Internacional de las Lenguas Indígenas, la ciudadana Yásnaya Aguilar, de la comunidad Ayutla Mixe, Oaxaca, denunció que éstas no mueren, las matan. “El Estado mexicano las ha borrado”.
Recordó que en la actualidad se hablan alrededor de 6 mil lenguas en el mundo. De acuerdo con el Catálogo de Lenguas Amenazadas de la Universidad de Hawái, Estados Unidos, se reporta que en promedio cada tres meses muere una lengua en el mundo y, la Unesco, informa que en 100 años se habrán extinguido al menos la mitad de las lenguas del planeta.
“Nunca en la historia había sucedido esto, nunca habían muerto tantas lenguas ¿Por qué es ahora que están muriendo? Hace alrededor de 300 años, el mundo comenzó a dividirse y a establecer fronteras internas; quedó dividido y, sin papeles, ya no era posible viajar a otros lugares. La Tierra quedó dividida en cerca de 200 estados o países. Las lenguas distintas fueron discriminadas y combatidas”, añadió.
Mencionó que en la actualidad, los hablantes de lengua indígena son 6.5 por ciento, el español se ha convertido en dominante. Hace 2 siglos, el náhuatl, el maya, el mayo, el tepehua, el tepehuano, el mixe y todas las lenguas indígenas eran las mayoritarias, “pero han sido minorizadas”.
La participante se preguntó ¿cómo lograron minorizarlas? ¿O de pronto decidimos abandonar nuestras lenguas?, e indicó que “no fue así. Se trató de un proceso impulsado desde las políticas del gobierno y se les quitó el valor en favor de una lengua única: el español. Para lograr la desaparición; nuestros antepasados recibieron golpes, regaños y discriminación por el hecho de hablar sus lenguas maternas”.
Relató que se les dijo: “Tu lengua no vale”. “Para ser ciudadano mexicano necesitas hablar la lengua nacional, el español. Deja de usar tu lengua”.
Los esfuerzos realizados desde el Estado, afirmó, fueron arduos para establecer una castellanización forzada, con el fin de erradicar las lenguas, sobre todo desde el sistema escolar.
“Fue México el que quitó nuestras lenguas. Aun cuando han cambiado las leyes, éstas continúan siendo discriminadas dentro del sistema educativo, de salud y del judicial. Nuestras lenguas no mueren, las matan. A nuestras lenguas las matan también cuando no se respetan nuestros territorios, cuando las venden y concesionan, cuando asesinan a quienes las defienden”, afirmó.
Denunció que en su comunidad, no hay agua, pues hace casi 2 años, grupos armados “nos despojaron del manantial del que históricamente nos abastecíamos y que hasta ahora sigue en injusticia, aun cuando hemos denunciado y demostrado nuestra razón. A pesar de que las leyes dicen que el agua es un derecho humano, ésta no llega a las casas y afectan, sobre todo, a la niñez y ancianos”.
Añadió que es la tierra, el agua, los árboles los que nutren la existencia de las lenguas; sin embargo, cuestionó, bajo un ataque constante de nuestro territorio, ¿cómo se revitalizará?
Yásnaya Elena Aguilar Gil, se desempeña como lingüista, escritora, traductora, activista de derechos lingüísticos e investigadora ayuujk. Sus lenguas de trabajo son ayuujk (mixe), español e inglés.
Al concluir la participación de la ciudadana, el presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, informó que el discurso se publicó en la Gaceta Parlamentaria y afirmó que “es un texto absolutamente excepcional”.
Desde su curul, el diputado Gerardo Fernández Noroña (PT) se congratuló por este discurso y afirmó que es sobresaliente y con datos muy fuertes. “Yo, por ejemplo, no sabía que en 1820 el 65 por ciento eran lenguas indígenas, y hoy son el 6.5. Debemos retomarlo para asumir acciones concretas en defensa de las lenguas de los pueblos originarios”.