Ciudad de México, México.– No hay quien pueda oponerse a la administración eficiente de los recursos públicos sin embargo el modelo que aplica el actual gobierno poco tiene que ver con la racionalidad del gasto y si con criterios de escasez, de afectar instituciones autónomas, a la medición y evaluación del propio gobierno y, al final, privilegia objetivos políticos.
Así lo denunció el coordinador del Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, Juan Carlos Romero Hicks y advirtió que eso es lo que hacen los diputados de MORENA al aplicar un segundo recorte a los Órganos Autónomos sin importar la naturaleza de sus funciones o mantener en la incertidumbre el presupuesto del que dependen estudiantes, académicos y dependencias públicas del país.
La austeridad no debe ser pretexto para afectar a las familias mexicanas y a las instituciones, “estamos a tiempo de evitar que la idea obsesiva de disminuir los gastos ponga en riesgo el cumplimiento de las obligaciones legales del quehacer ordinario”, aseguró.
“Se vale equivocarse, pero no se vale atentar contra las instituciones y hacerlo de manera reiterada”, aseguró Romero Hicks al explicar el impacto que tendrá la austeridad obsesiva de este gobierno en organismos como el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que no solamente deberá realizar ajustes en las remuneraciones de sus empleados, sino también en los proyectos planeados para 2019.
De acuerdo con el INEGI, los ajustes presupuestales pondrán en grave riesgo la realización de más de una decena de programas cruciales relacionados con los sectores agropecuario, el gasto en hogares, micronegocios, cohesión social, calidad regulatoria e impacto de programas gubernamentales en empresas.
Parecería que bajo el paraguas de la austeridad, en la práctica se aplican recortes en áreas sensibles encargadas de medir la eficiencia del gobierno, la eficacia de sus acciones y la percepción que tiene la población del desempeño oficial. Son termómetros muy valiosos en los que México está a la cabeza de este tipo de herramientas para mejorar el desempeño gubernamental.
GOLPE A LA CIENCIA
Otra muestra de los efectos de la austeridad obsesiva del gobierno es la comunicación que recibieron los miembros de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) vía correo electrónico, en la que se les informa sobre la grave situación económica que se vive en la institución, por lo que se verá en la necesidad de suspender las actividades de todos sus programas durante el primer trimestre de 2019.
El comunicado a los miembros de AMC destaca que históricamente el presupuesto para estos programas ha sido otorgado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y que desafortunadamente la convocatoria de dichos fondos aún no se publica y no hay fecha definida para su emisión. Por lo anterior, una vez que se dictamine la misma, el monto del presupuesto de la AMC para 2019 se conocerá y se podrá ejercer.
El líder de la bancada panista aseguró que la AMC, a lo largo de sus 60 años de existencia, ha sido una institución que promueve el diálogo entre la comunidad científica, con invaluables resultados en la búsqueda del conocimiento científico.
Se entiende que hubo un cambio de administración y que se están haciendo ajustes, pero el funcionamiento de la Academia no puede esperar a que el nuevo gobierno entienda cómo llevar a cabo los procesos administrativos, para eso hay un periodo de transición en el que se deben prever los ajustes sobre la marcha, pero no se detiene la operación porque entonces se paraliza el funcionamiento de forma innecesaria, señaló Romero Hicks.
Existen llamados de atención de estudiantes mexicanos en el extranjero cuyas universidades no han recibido los pagos por parte del CONACYT por razones presupuestales, situación que debe revisarse para no poner en riesgo su estancia.
A su vez, en el Instituto Nacional Electoral está en riesgo la emisión de credenciales de elector, la organización de las elecciones de este año, la autonomía del órgano electoral y en general el cumplimiento de sus obligaciones legales.
No podemos caer en extremismos que afecten el trabajo cotidiano de las instituciones. Se están presentando síntomas que deben analizarse, diagnosticarse y remediarse para evitar una parálisis institucional, finalizó el diputado Romero Hicks.