El presidente del Senado de la República sostuvo que las autoridades no han sido capaces de determinar hasta qué nivel de servidores públicos debe llegar el deslinde de responsabilidades, quiénes están libres de culpas y sospechas, o cuáles cambios son necesarios en la administración gubernamental tras los hechos ocurridos en julio pasado.
“Preguntas y más preguntas que tienen como única respuesta el silencio. Las autoridades cometen un error fundamental al suponer que con el simple transcurrir de los días y los meses, este tema quedará en el olvido. No está en juego la credibilidad del actual gobierno, que en este mes llegó a su punto más bajo, sino la eficacia institucional del Estado mexicano”, aseguró Barbosa Huerta.
Consideró que las declaraciones realizadas desde el gobierno de que “sería imperdonable que se escapara” Guzmán Loera, ahora son palabras que “pesan como lozas en la credibilidad” de esta administración.
“La estrategia de control de daños ha atemperado la tormenta, pero dista mucho de haberla eliminado; cuánto tiempo tiene que esperar más la sociedad para que el Gobierno articule una respuesta a los cuestionamientos que inundan la opinión pública”, planteó.
Miguel Barbosa Huerta dijo que antes de que el titular del Poder Ejecutivo presente su Tercer Informe de Gobierno, deben presentarse resultados satisfactorios de este caso. “Si no es así, se debe proceder a los ajustes y relevos necesarios en toda la cadena de mando responsable de la custodia de Joaquín Guzmán Loera”.
Sostuvo que el Poder Legislativo Federal, en estricto apego a sus funciones, se mantendrá vigilante y demandante del desarrollo de esta investigación. “De ninguna manera debe participar en una simple estrategia de control de daños”, refirió.