Recelo por la Guardia Nacional

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Análisis a Fondo

Mejor atacar al crimen por donde más le duele: sus finanzas

Ya comenzó Santiago Nieto, el Sabueso Financiero de AMLO

Por Francisco Gómez Maza

Es imposible no denunciarlo. De poco sirve a la opinión pública, y de poco le sirve al gobierno del presidente López Obrador, tapar el sol con un dedo. Lo acaba de declarar la diputada Tatiana Clouthier. “Solamente con el apoyo de la sociedad vamos a sacar a este país adelante”. Ante esto, pidió criticar, apoyar y exigir cuando sea necesario a los gobernantes, desde el presidente hasta los alcaldes.

La verdad es una: Que la denominada Guardia Nacional, ideada y propuesta. por el presidente de la república, causa recelo y desazón entre muchos sectores, sobre todo entre defensores de los derechos humanos y entre periodistas que hemos padecido la militarización desde el movimiento del 68, pasando por la represión durante la cobertura del levantamiento indígena en 1994, hasta nuestros días en la llamada guerra del narcotráfico, en donde han sido ejecutados por lo menos 250 mil personas, muchas de ellas denominadas “daños colaterales.” (Daño colateral es un eufemismo utilizado por diversas fuerzas armadas para referirse al daño no intencional o accidental, producto de una operación militar.)

Hay temor fundado entre los defensores de derechos humanos, pues innumerables violaciones a tañes derechos, muchas desapariciones forzadas, verdaderos asesinatos son atribuidos a soldados y marinos, e inclusive desaparición de elementos de las fuerzas de seguridad, tanto que la Corte de Justicia falló recientemente en contra de la ley de seguridad interior, propuesta por el viejo régimen. Y no hablemos, por ahora, de los millares de ejecuciones, perpetradas por las bandas criminales.

La misma organización no gubernamental, Amnistía Internacional, ha manifestado su contrariedad con la proyectada Guardia Nacional, que inclusive antes de ser analizada su creación en el Congreso, ya opera al margen de la ley, de acuerdo con informaciones proporcionadas por la misma secretaría de seguridad pública, en voz de su titular, el sonorense Alfonso Durazo.

Amnistía Internacional ve con recelo el proyecto de seguridad de López Obrador, en especial a la Guardia Nacional, pues considera que sería continuar con la militarización de la seguridad pública,  una operación totalmente fallida en los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña, cuando lo que se logró fue alborotar el avispero de la delincuencia organizada y alimentar a la hidra del narcotráfico, y el robo de combustible o huachicoleo que ha hecho perder a Pemex miles de millones de pesos y no para a pesar de los operativos en contra de los ladrones de combustible que  atacan oleoductos en toda la república.

Tania Reneaum, directora ejecutiva de Amnistía Internacional México, ha dicho que esta medida significa “perpetuar un modelo fallido” y publicó una imagen en Twitter en la que se ve al presidente Andrés Manuel López Obrador corriendo, a punto de tropezar con un casco militar, frente al cual están tirados los ex mandatarios Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Realista imagen de lo que le puede acontecer al mandatario que se presenta con piel de progresista, nacionalista y defensor acérrimo de las causas populares.

Una de las tareas que se ha propuesto López Obrador es la defensa de los derechos humanos a toda costa, objetivo que talvez vaya de la mano con su determinación de lograr durante su sexenio cero corrupción en todos los estratos del gobierno.

Sin embargo, este escribidor no puede avalar, por su lado, y en eso coincide con los defensores, la creación de la Guardia Nacional porque está integrada por militares, que eso son las policías del ejército y la marina y la mayoría de los 20 mil elementos de la policía federal. No estoy en contra de las fuerzas armadas, pero debo reconocer que no son formadas ni entrenadas para perseguir delincuentes. Además, la experiencia de los dos sexenios anteriores fue escandalosamente desastrosa, plenamente fallida. Voy más con atacar la columna vertebral de las empresas criminales. Sus finanzas, como lo comenzó a hacer ya Santiago Nieto, conocido en los medios como el Sabueso financiero de AMLO, cabeza de la Unidad de Inteligencia Financiera para el combate al lavado de dinero desde la Secretaría de Hacienda.