Como ha sido reconocido desde el año 2000 por medio de los Objetivos del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas, actualmente el acceso a internet representa un componente básico para el desarrollo y crecimiento económico. Hoy, por medio de una conexión a la red, es posible contar con acceso permanente a una gran cantidad de recursos útiles en diversos ámbitos y disciplinas, lo cual se ve reflejado en la reconfiguración de dinámicas políticas, económicas y sociales.
En el caso de México, estos beneficios actualmente alcanzan a 55.3 millones de internautas, lo cual equivale al 46% de la población. Sin embargo, esto implica que existen aún 65.1 millones de ciudadanos que no cuentan con servicios de conectividad. Si bien por un lado esta es una primera condición para que la población pueda gozar de los beneficios que internet ha generado en la actualidad, existe otro factor que debe tomarse en cuenta: el tipo de uso que hacen los internautas de la red.
Para lograr que la conectividad genere una derrama importante en el bienestar social, es necesario que el acceso venga acompañado de un uso productivo que complemente las metas para el desarrollo en el entorno nacional. De acuerdo con cifras de INEGI actualizadas al finalizar el año 2014, los principales usos de internet en México son la obtención de información (67.4%), comunicación (38.5%) y el acceso a redes sociales (39.6%).
El rol de internet como una herramienta de comunicación y acceso a datos o contenidos para los usuarios, es algo que se encuentra ampliamente reconocido. Sin embargo, entender cómo y para qué se utiliza la red representa información valiosa para la instrumentación de política enfocada en el desarrollo social y económico tanto a nivel nacional como estatal. En particular, entre los principales usos reconocidos por INEGI bajo este cometido, destacan el caso de la educación o capacitación y la interacción entre usuarios y gobierno.
En primer lugar, en el ámbito educativo, la conectividad representa una buena herramienta para acceder a diversos tipos de contenidos de aprendizaje, que van desde recursos de investigación, hasta materiales didácticos, Cursos Masivos Abiertos en Línea (MOOC por sus siglas en inglés) u otros formatos de educación a distancia. Por ello actualmente 36.7% de los usuarios de internet en México navegan en la red con el fin de capacitarse, cumplir con sus deberes escolares o simplemente acceder a este tipo de servicios para complementar su formación académica o laboral.
Si bien en la mayor parte de los estados de la República la proporción de usuarios que utiliza internet para fines educativos se encuentra en la categoría media, destacan los casos de Chiapas, Aguascalientes, Nayarit y Tamaulipas por altos niveles de adopción de hasta 49.6%. En contraste, estados como Guanajuato, Querétaro, Tlaxcala y Quintana Roo cuentan con la menor cantidad de usuarios en esta categoría.
En segundo lugar, en el ámbito gubernamental existe un gran potencial de comunicación a partir de internet. Por medio de la red, es posible generar canales de interacción con los usuarios que agilicen la realización de trámites, aumenten los niveles de transparencia y entren en contacto directamente con las demandas o necesidades de la ciudadanía.
En este sentido, las cifras de INEGI indican que únicamente 1.3% de los internautas en México utilizan la red para interactuar con el gobierno. Si bien la encuesta podría no estar reflejando algunos tipos específicos de interacción (por ejemplo a través de redes sociales), esto indica un gran potencial de crecimiento para los mecanismos de comunicación entre gobierno y usuarios, resultando en un elemento básico para la inclusión democrática en la era digital.
Como se muestra en la gráfica anterior, los estados de Morelos, Tabasco, Puebla, Estado de México, Zacatecas, Distrito Federal y Chiapas cuentan con los más altos niveles de interacción con gobierno, incluso por encima del promedio nacional y alcanzando un nivel de hasta 2.3%. En contraste, existen estados en que la proporción de usuarios que utilizan internet con este fin es menor a un punto porcentual, entre ellos se encuentran Nuevo León, Tlaxcala, Coahuila o Durango.
Si bien comúnmente suele existir un enfoque preeminente en el cual el incremento en la adopción se toma como medida para el desarrollo nacional, es importante recordar que aunado a un esfuerzo por aumentar los niveles de conectividad, es necesario entender cómo y para qué el usuario interactúa con la tecnología, de manera que puedan obtenerse mejores resultados.
Lograr la inclusión digital depende en gran parte de la instrumentación efectiva de mercados competitivos para acceso a las TIC, pero también de la implementación de programas y planes que fortalezcan las habilidades y los hábitos de los usuarios a la vez que los orienten hacia el uso de la red con fines de aprendizaje, productividad y participación ciudadana.
