Ciudad de México, México.– Nuestro país enfrenta una etapa marcada por la violencia, inseguridad, corrupción e impunidad crecientes, así como la realidad económico-social de un pueblo con lacerantes niveles de desigualdad, fenómenos, todos ellos, que retan y ponen en riesgo al Estado de Derecho y a sus instituciones, afirmó el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), José Fernando Franco González Salas.
En la ceremonia de toma de protesta de 10 jueces de Distrito, en el Salón de Plenos de la SCJN, el Ministro Franco González Salas hizo ver que el clima de violencia e inseguridad creciente, producidas fundamentalmente por un crimen organizado cada vez más extendido que rebasa nuestras fronteras y que no ha podido ser controlado nos enfrenta a graves situaciones
En esa sesión solemne, el Ministro recomendó que en estos tiempos difíciles, el buen juez debe ser sensible y ubicarse en el contexto, en las circunstancias reales en que vive.
En su momento, el Ministro Luis María Aguilar Morales, Presidente del Alto Tribunal y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), tomó la protesta a las juezas y los jueces de Distrito, a quienes les entregó el distintivo y las credenciales correspondientes.
El Ministro Franco González Salas destacó que al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le tocará resolver todos los conflictos que surjan en los procesos electorales que están a punto de culminar en la elección.
Aseveró que el Poder Judicial de la Federación cumplirá con la obligación expresa en la Ley electoral de mantener los juzgados de Distrito abiertos para atender cualquier contingencia que en la órbita de su competencia se llegaré a presentar en el complejo proceso electoral del próximo domingo 1º de julio.
Ante los Plenos del Alto Tribunal y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), el Ministro destacó que el juez no puede y no debe soslayar tampoco que todo esto ha impactado fuertemente a importante sectores de la sociedad que se sienten agraviados: hay muchos mexicanos que dudan de la eficacia de las instituciones para enfrentar estos fenómenos o de plano han perdido su confianza en ellas.
Manifestó que las encargadas de impartir justicia no son ajenas a esa percepción o pérdida de confianza. “Las instituciones tampoco los son, quienes las integramos debemos asumirlo de manera autocrítica, y en lo que nos corresponde, tomar las medidas necesarias para combatirlos. Es indispensable reforzar nuestros sistemas internos de combate a la corrupción en cualquier de sus modalidades”.
Mencionó que una de esas medidas para enfrentar la molestia que tienen muchos mexicanos existe una personal, individual, que debemos adoptar todos los impartidores de justicia, que tiene que ver con nuestra conducta.
“Los jueces, en lo público y en lo privado, debemos actuar siempre de manera escrupulosamente pulcra, con absoluta probidad y sobriedad; la confianza social en la Judicatura tiene que ver indisolublemente con la forma de vida pública y personal de los juzgadores”.
Apuntó que los juzgadores, en el ámbito profesional, se legitiman mediante sentencias debidamente sustentadas en la Constitución, en las leyes, y basadas en argumentos sólidos y entendibles, criterios estables, que den certeza a los justiciables y a la sociedad.
El Ministro Franco González Salas destacó que sin demérito de la protección integral de nuestro orden Constitucional que tendrán a su cargo, hay ciertas guías fundamentales que no deben perderse de vista cuando resuelvan un conflicto que les ha sido planteado en la órbita de su competencia para identificar prioridades en su desempeño.
Entre las que destacó, mantener y fortalecer el modelo que se adoptó desde 2011 para asegurar que toda persona goce de los derechos humanos reconocidos en nuestra Constitución y en os tratados internacionales: promoviéndolos, respetándolos, protegiéndolos y garantizándolos, y en su caso, previniendo, investigando, sancionando y reparando las violaciones a esos derechos humanos.
“Incluyendo las violaciones que signifiquen cualquier tipo de discriminación en términos del artículo 1º de nuestra Ley Fundamental; e interpretando las leyes de la manera más favorable la persona”.
Otra guía, dijo, es dar plena vigencia a los principios que rige nuestro sistema de división de poderes reparando, cuando nos sean planteados, cualquier invasión de competencias o injerencia arbitraria de un poder u órgano respecto de otro, sean del mismo o de diferente nivel de gobierno.
En este aspecto, enfatizó que la prudencia y un principio de autocontención judicial razonable, siempre será conveniente para mantener el correcto equilibrio entre los otros dos Poderes y el Poder Judicial de la Federación.
“De no ser así, se corre el riesgo de que seamos los jueces quienes invadamos indebidamente la esfera de competencias de los otros dos Poderes”.
La tercera guía, refirió, es prever siempre que los juzgadores con sus resoluciones procuren con una finalidad inherente al Estado de derecho, a mantener la regularidad constitucional de todo el orden jurídico nacional, tarea verdaderamente enorme.
Sostuvo que seguramente recibirán presiones, amenazas o inclusive, ofrecimientos de recompensas para dictar una resolución en un determinado sentido. En esos casos, indicó, la fuerza de su carácter y de sus convicciones éticas serán los factores que determinen el sentido y el valor de sus sentencias.