La legisladora refirió que estudios de organismo como la Cepal destacan que las mujeres trabajan 80 horas semanales contra 60 de los hombres, esto es 20 horas más que ellos y sin embargo, reciben salarios inferiores a la de los varones, ya que falta que la igualdad de género esté presente en políticas transversales de gobierno en todos los ámbitos de la vida económica del país.
Esto, refirió, porque pese a la legislación que existe, es necesario promover desde la familia la igualdad de género entre sus integrantes de manera que no se clasifique la realización de actividades de acuerdo al sexo, sino que todos en conjunto tienen la obligación de realizarlos como miembros del núcleo principal de la sociedad que es la familia.
Por ello, comentó, se da el caso de que el trabajo doméstico que no es remunerado, por la formación familiar se le considera como propio de la mujer y ésta por costumbre cree que es lo habitual de su género, por lo que mientras dedica 40 horas a la semana para ello, el varón en el mejor de los casos solo lo hace durante 10 horas, “esto es la cuarta parte de lo que ella trabaja y quedando en el colectivo la idea de que ‘la está ayudando’, y no como parte de sus propias responsabilidades de integrante de una comunidad social”.
Mejía Guardado señaló que de acuerdo a la Cepal, la mitad de las microempresas o empresas familiares que hay en México están a cargo de mujeres que por lo general inician sus negocios sin ayuda pública de ningún tipo, donde se destaca que la mitad de ellas tienen niveles de estudios inferiores a los hombres, dedicadas sobre todo al comercio en todas sus modalidades, así como en el ramo de servicios donde trabajan mucho más horas que los varones para obtener salarios irrisorios, cuando la ley dice que a trabajo igual, salario igual.
La diputada del PRD llamó a la sociedad a cambiar su percepción social para hacer vigente la legislación a favor de la mujer en igualdad con el varón, de manera que esto forme parte de la cotidianeidad de la vida económica, social y política de México y no haya necesidad de hacer leyes para que la igualdad de género sea una realidad.
Destacó que en los países nórdicos la igualdad de género se ve en todas las esferas de su comunidad, en lo político, económico y social, por lo que es necesario en México recuperar la vigencia de la legalidad con un Estado garante de los derechos de las mujeres en lo público y en lo privado y con una redistribución total del trabajo.
Consideró que podremos palpar la igualdad de género cuando se vean los avances en la autonomía económica de las mujeres, el control sobre los bienes materiales y los recursos intelectuales, y la capacidad de decidir sobre los ingresos y los activos familiares sin distingo de sexo y sin que se le ningunee por ser mujer. “Ese es el reto de la sociedad mexicana”, terminó.