Ciudad de México, México.– En México el cáncer de pulmón se ubica por su frecuencia en el séptimo lugar, sin embargo, es el tumor más letal, por lo que se ubica como la primera causa de muerte por cáncer. Cada año fallecen cerca de ocho mil mexicanos por esta neoplasia, informó Omar Macedo Pérez, oncólogo adscrito a la Clínica de Tumores Torácicos del Instituto Nacional de Cancerología (INCan).
En entrevista, el especialista detalló que anualmente se registran nueve mil casos nuevos de este tumor, 85 por ciento de ellos, están relacionados con el consumo de tabaco.
A nivel mundial, calificó a este tipo de cáncer como un “dolor de cabeza”, ya que en la última década incrementó su incidencia en 30 por ciento. Cada año se diagnostican alrededor 500 mil casos nuevos y ocurren 1.7 millones de decesos. De continuar con esta tendencia en el 2030 se tendrán 2.7 millones de casos nuevos.
Macedo Pérez enfatizó que conmemorar el Día Nacional contra el Cáncer de Pulmón, permite llamar la atención de la sociedad, pero sobre todo de los tomadores de decisiones sobre la necesidad de implementar acciones en materia de prevención, estrategias de tamizaje (diagnóstico oportuno) y acceso a tratamientos innovadores.
Indicó que debido a que el Cáncer de Pulmón no se encuentra incluido en el Fondo de Gastos Catastróficos del Seguro Popular, autoridades del INCan decidieron acercarse a la Comisión de Equidad y Género de la Cámara de Diputados a fin de obtener recursos para otorgar tratamientos para la población femenina de escasos recursos.
Actualmente, dijo, la Comisión ha incrementado los recursos lo que permite tratar a mujeres y hombres con cáncer de pulmón con mutaciones EGFR y ALK, a través de la llamada terapia blanco, un innovador tratamiento con el que se ha logrado elevar la sobrevida de estos pacientes.
El especialista destacó que el principal problema que enfrentan es el diagnóstico tardío, “los pacientes llegan en etapas tres y cuatro, con metástasis en otros órganos, lo que reduce las posibilidades de curación”.
Ante ello, se requiere implementar medidas de diagnóstico oportuno sobre todo en los grupos de riesgo como son las personas fumadoras y aquellas que han sufrido exposición al humo de leña.
Precisó que a nivel internacional se cuenta con una estrategia de detección llamada screening la cual ha demostrado su efectividad al reducir hasta en un 20 por ciento la mortalidad a través del diagnóstico oportuno.
Explicó que consiste en que las personas con factores de riesgo (personas fumadoras, o aquellas que ya no fuman pero que lo hicieron por años, o quienes estuvieron expuestas a la inhalación de humo de leña durante gran parte de su vida) se les realice por tres años consecutivos una tomografía, a fin de detectar tempranamente la enfermedad.
Otra medida es la capacitación de los médicos de primer contacto sobre síntomas y signos de alarma del cáncer de pulmón, a fin de agilizar la referencia del paciente a una institución especializada para su tratamiento.
Y finalmente, fortalecer las políticas antitabaco para ser un país libre de humo de tabaco. Esto no solo reduciría de manera importante el número de casos de este tumor, sino también muchas otras neoplasias que actualmente afectan a la población.
El especialista destacó que los principales síntomas que manifiesta la persona con algún problema pulmonar es la tos persistente que no desaparece a pesar de haber tomado varios tratamientos médicos. Si este es el caso, será necesario acudir con el neumólogo para que realice una serie de estudios para obtener un diagnóstico.
Recomendó a las personas que fuman que abandonen este hábito, para ello el Sistema de Salud cuenta con Clínicas para Dejar de Fumar, ya que el riesgo de contraer cáncer de pulmón se incrementa con cada cigarrillo que se consume.
“Una persona que fuma más de 10 cajetilla por año, tiene cinco veces más riesgo de padecer cáncer de pulmón en comparación con una que no fuma”, alertó.