Ciudad de México, México.— La elección del 1 de julio será una de las batallas más difíciles de nuestra historia, reconoció José Antonio Meade, candidato del PRI a la presidencia de la República al rendir su protesta de ley. Ofreció ser implacable en combatir la corrupción.
Dijo que la contienda electoral “es decisiva porque de ella depende nuestro futuro, que no podemos arriesgar en ir adelante o hacia atrás”.
Ante 19 mil delegados del tricolor que lo ratificaron como su candidato en el Foro Sol, Meade sostuvo que su única obligación, pacto o alianza es sólo con México y afirmó que será implacable en el combate a la corrupción.
Meade reconoció que el PRI va a una elección complicada. “México nos necesita de pie, listos para la batalla. Nos estamos jugando el futuro de México y nuestros hijos. Será una de las batallas más difíciles de nuestras historia” expresó.
El ex secretario de Hacienda insistió en su postura sobre lo que él representa y lo que ofrecen otras opciones políticas: “Se va hacia atrás cuando se ataca la libertad de expresión; vamos hacia adelante cuando respetamos las críticas y las diferencias. Se va hacia atrás con la corrupción en la política. Vamos hacia adelante cuando se busca la legalidad. Va hacia atrás cuando se agrede a las instituciones; vamos hacia adelante con el respeto a las instituciones. Se va hacia atrás cuando se propone la impunidad hacia los delincuentes; vamos hacia adelante cuando se castigan a los que nos han hecho tanto daño”.
En momento que militantes del tricolor renuncian a su trayectoria en el el partido en rechazo a la forma en que se definió las candidaturas, Meade señaló que quienes no entiendan los compromisos con el PRI “quedan libres de ir hacia atrás”.
Por otra parte, indicó que el centro de su propuesta de gobierno será a partir de tres objetivos: Hacer de México la capital mundial del talento; dar prioridad en la atención a las familias y a las mujeres y un gobierno a la medida de cada quien; esto es, explicó, levantar el primer registro nacional de las necesidades de cada persona, con objeto de ofrecerles un apoyo real y a tiempo.
Casi desde el inicio del discurso de Meade, decenas de delegados comenzaron a abandonar las gradas, sobretodo de las partes altas. Meade incluso había agradecido a la secretaria general del tricolor, Claudia Ruiz Massieu, el éxito en la organización de la Convención Nacional.
Previamente ella y el secretario de Organización, Rubén Moreira, tuvieron que insistir a priístas que llenaran los huecos que se observaban, antes del arranque, en la parte baja del foro.
Además de los delegados de la convención asistieron los integrantes del gabinete presidencial, ex dirigentes nacionales del PRI, entre otros Manlio Fabio Beltrones; gobernadores y candidatos a gubernaturas, así como a senadores y diputados de mayoría.
También estuvieron las dos bancadas del PRI en el Congreso de la Unión, que encabezan sus coordinadores Emilio Gamboa y Carlos Iriarte.
