Y reiteró su llamado a realizar campañas que “emocionen al electorado”, en lugar de una guerra de descalificaciones que sólo desacredita el ejercicio de la política.
“Lograr que la democracia se convierta en una fiesta de la participación social, depende en gran medida de la emoción y pasión que los partidos impriman en la defensa de sus propuestas y planteamientos”, dijo.
El senador Barbosa Huerta dijo que el abstencionismo debe ser considerado por los participantes de las campañas, pues los ciudadanos no acuden a las urnas ya sea por una posición política o porque ninguna de las opciones les resulta atractiva.
Refirió que las campañas de desprestigio tienen como objetivo desalentar el voto a favor de una u otra propuesta, aunque no está garantizado que el sufragio sea para quien promueve las descalificaciones.
Agregó que otro elemento que contribuye al abstencionismo es el ánimo social que existe en el electorado mexicano, “la economía se encuentra estancada, en algunos lugares del país el crimen organizado desafía a la autoridad, en otros, grupos sociales se han fijado la meta de impedir la elección.
El líder de la Cámara Alta expresó que la evolución de la democracia mexicana de 1988 a la fecha ha sido notable en beneficio de la pluralidad social y política que ahora hay en México.
“Sólo cuando se recuerdan los años de represión, control políticos y persecución de la oposición, pueden valorarse los avances en los procesos electorales”, comentó.
Barbosa Huerta dijo que si en lo que resta de campañas, los candidatos y partidos no inciden en el ánimo social o persisten en su guerra de descalificaciones, no se favorecerá a la democracia.
