Ciudad de México, México.– La Secretaría de Salud (SEDESA) de la Ciudad de México, a través de la Agencia de Protección Sanitaria (APS), realiza visitas a farmacias y consultorios anexos para verificar su funcionamiento, condiciones sanitarias y sancionar aquellas que operan sin permisos y expendan medicamentos caducos o en mal estado.
La APS, que inició sus operaciones en 2011, ha visitado a la fecha 920 farmacias y 761 consultorios anexos, en donde personal verificador del área de Servicios de Salud y Cuidados Personales determinó suspender 86 farmacias y 53 consultorios por incumplir con la normatividad sanitaria.
El director de la APS, José Jesús Trujillo, dijo que las verificaciones son para constatar que se cumplan con las medidas sanitarias establecidas en la norma para la prestación del servicio, donde los responsables deben ser personas debidamente identificadas y capacitadas para que las actividades y productos que se ofrecen sean seguros y de calidad.
Lo anterior, indicó, porque se ha encontrado que algunos establecimientos operan sin aviso de funcionamiento, con un solo giro reportado, trabajan con médicos sin título y tienen a la venta medicamentos e insumos caducos, en mal estado o sin una adecuada conservación, por lo que pueden representar riesgos para la salud de los usuarios y pacientes.
En los operativos los verificadores sanitarios han asegurado más de 2 mil 795 kilogramos de medicamentos en diferentes presentaciones que no estaban en condiciones para su venta y uso, así como insumos y medicinas sin la refrigeración necesaria para su conservación, como es la insulina, y que pueden perder sus propiedades terapéuticas.
Entre otras irregularidades detectadas, y que ameritaron la colocación de sellos de “suspensión de actividades” en los inmuebles, destaca la no elaboración de expedientes clínicos que sirven para llevar un control de la actividad de atención que se presta y sin el cual no se puede dar seguimiento a una enfermedad.
Además, se detectó que se ofrece consulta sin contar con el equipo de diagnóstico adecuado ni las condiciones de limpieza óptimas que garanticen la correcta exploración del paciente; teniendo como ejemplo la falta de lavamanos que prevengan la propagación de infecciones.
José Jesús Trujillo explicó que las farmacias y el consultorio tienen una normatividad distinta, por lo tanto deben estar separados y cada uno perfectamente establecidos.
Los consultorios deben ser atendidos por médicos titulados y deben exhibir la cédula profesional del mismo; también deben contar con división en sus áreas de recepción y de consulta, además de condiciones sanitarias asegurando un lugar iluminado, limpio y ventilado.
Indicó que las y los trabajadores de las farmacias que atienden las recetas deben estar capacitados mediante cursos para dispensadores de medicamentos.
Recomendó a la población no permitir que en las farmacias se les intercambien los medicamentos ni aceptar sugerencias para el consumo de éstas sin receta. Asegurarse que las muestras de promoción de las farmacéuticas que se ofrecen en los consultorios se encuentren bien conservadas en refrigeración y no estén expuestas a la luz directa y que su caducidad sea vigente.
Para mayor información o reportar cualquier regularidad, la SEDESA ofrece a la población el número telefónico de la APS: 5741-0590.