Ciudad de México, México.– La diputada Rocío Nahle García (Morena) planteó exhortar a los titulares de las secretarías de Hacienda y Crédito Público (SHCP), de Energía (Sener) y de Economía (SE) a que presenten un programa de fortalecimiento de la producción nacional y una distribución eficiente de los bienes, para evitar el alza en el precio de la tortilla, así como reducir el costo del gas LP y de las gasolinas, con el fin de apoyar a las familias mexicanas.
En un punto de acuerdo que analiza la Tercera Comisión de la Permanente, propone que la Secretaría de Energía y la Comisión Reguladora de Energía publiquen el comportamiento promedio de los precios de las gasolinas, así como de su composición, que permitan a los ciudadanos conocer la evolución de los costos y de los impuestos.
Nahle García recordó que en los primeros días de 2018, los consumidores “nos encontramos con diversas notas periodísticas que testimoniaban aumentos en los precios de los bienes de la canasta básica, destacadamente en el precio del gas LP y en la tortilla”.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre diciembre de 2016 y noviembre de 2017 los precios de la gasolina Magna crecieron 16.5 por ciento, más del doble que la inflación; a su vez, el costo de la Premium aumentó 21.9 por ciento, tres veces la inflación anual.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) dio a conocer algunas acciones y advertencias para aquéllos que modifiquen los precios injustificadamente. En el caso particular de la tortilla, “la intención no es que los productores de la masa pierdan dinero, sino que no haya utilidades impúdicas en su venta”, dado que el maíz blanco hoy vale 11 por ciento menos que el año pasado.
En ese sentido, industriales de la tortilla coincidieron en señalar que las alzas al precio de ese producto no se revertirán, porque si bien el precio del maíz se contrajo, no fue así en el caso de la harina de maíz que controlan unas cuantas empresas.
Además, el precio de la mezcla mexicana de exportación pasó de 23.9 dólares por barril en enero de 2016, a 52.9 dólares por barril en noviembre de 2017, casi 30 dólares por barril adicionales. “Es de esperar que esa alza repercuta en los precios de las gasolinas pero no en mayores ingresos petroleros, como sí sucedía con Petróleos Mexicanos (Pemex)”.
La diputada de Morena expuso que a pesar de que ha disminuido el consumo de gasolinas y gas LP, el volumen de importaciones pasó de representar 9.2 por ciento del total expendido en el país en 2003, a 70.2 por ciento hasta noviembre de 2017, cuando se vendió un volumen de 792 mil barriles diarios.
Aunado a ello, añadió, está el hecho de que el peso se ha devaluado más de 50 por ciento, de 12.9 pesos por dólar en diciembre de 2012, a 19.6 en diciembre de 2017, lo que repercute en mayores precios al consumidor, pero también en los costos de distribución comercial y de producción del campo.
Mencionó que para estimar cuánto puede crecer la inflación, no se puede perder de vista que parte de la estrategia de los últimos años fue sustituir la producción interna por importaciones que permitieran bajar los precios. “Eso se agotó y ahora es de esperar que los precios internos compensen en mayor medida el efecto de la devaluación, porque mientras la inflación acumulada en lo que va del sexenio es de 21.26 por ciento, la devaluación es de 50 por ciento”.
También, existe el riesgo de nuevas presiones sobre la paridad, provocadas por los términos de la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la reforma fiscal de Estados Unidos, la normalización de la política monetaria en ese país y la posibilidad de un aumento de la inflación por la dificultad de reducir el exceso de liquidez internacional.
Por ello, pugnó Rocío Nahle para que las autoridades de Hacienda, Energía y Economía asuman una mayor responsabilidad y reconozcan que el problema no se limita a la especulación, sino a las distorsiones que han impuesto a la estructura económica del país. “Se requieren correcciones y medidas de nuevo tipo”.