Propone PRD revisar propuesta de presupuesto base cero del gobierno federal

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“El rediseño del presupuesto debe pasar por una revisión profunda de los ingresos, el gasto y la deuda pública, es decir, se debe revisar integralmente la política fiscal”, sostuvo el líder parlamentario en rueda de prensa.

Resaltó la necesidad de abrir “un debate responsable que permitiera la participación de especialistas, la reflexión y la interlocución con los funcionarios”.

El pasado 31 de marzo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) envió a San Lázaro los Pre-Criterios 2015 para elaborar el presupuesto del próximo año, con un enfoque Base Cero, que contempla un ajuste al gasto por 135 mil millones de pesos, adicional a los 124 mil millones recortados en enero de este año.

Alonso Raya dijo que se tiene que hacere esa revisión profunda para saber con precisión qué es lo que se pretende lograr con dicho presupuesto y que la LXIII Legislatura pueda contar con elementos de reflexión.

“El 8 de septiembre llegará (a San Lázaro) el proyecto de presupuesto y los criterios de política económica, en el marco de la LXIII (Legislatura) y no habrá suficiente tiempo para reflexionar sobre las implicaciones que tiene el Presupuesto Base Cero, para estarse aprobando a más tardar el 15 de noviembre”, indicó.

Alonso Raya agregó que el análisis, en el que participarían expertos y académicos, también debe incluir el método para lograr que no se afecte a programas sociales, ya que el 78 por ciento del presupuesto se encuentra comprometido.

“El 78 por ciento del presupuesto es un gasto ineludible, en donde está (contemplado) el servicio de la deuda, pago de pensiones en curso, nómina corriente (maestros, médicos, etc.) y el asunto de las transferencias y las participaciones que se hacen a las entidades federativas”, precisó.

Apuntó que es preocupante que la discusión y diseño del Presupuesto Base Cero se vaya a dar en un contexto económico complejo, en el que hay muy poco tiempo y en el que se manifiestan las consecuencias de una crisis fiscal, con inestabilidad cambiaria y crecientes implicaciones negativas.

“El cambio de paradigma que se propone y se pretende tendrá consecuencias que hay que analizar con mucho cuidado, ya que el gasto público no debe verse solamente en función o con base en criterios de rentabilidad, eficacia y eficiencia privada, mucho menos subsumido en criterios costo-beneficio”, expuso.

Añadió que también constituye un ejercicio de profundización del modelo fiscal en el que se recorta el gasto para restablecer más rápidamente el equilibrio, mediante un método de reingeniería presupuestal y administrativa, mucho más agresivo.

El coordinador parlamentario subrayó que el reto principal es discutir la política fiscal de una manera integral, con todos sus componentes revisando los ingresos, el gasto y la deuda.

“Es una oportunidad para que el gobierno estructure una política industrial y de fomento que posibilite el fortaleciendo del mercado interno, la inversión, el empleo y el ingreso…no hacerlo, implicaría que el Estado sigue dejando de lado rápidamente sus obligaciones fundamentales”, indicó.

Aseguró que es importante también que se explique de qué manera se va a impactar a la población y cómo se resarcirían los “250 mil millones de pesos” que no ingresarían, producto de la caída de la plataforma petrolera y del precio del crudo.