Zona Sísmica
Por Marco Polo Aguilar
”Un desafío gobernar Guerrero”: Héctor Astudillo
Juárez Cisneros: una suerte distinta
El rumor corrió como reguero de pólvora: “…el Comité Ejecutivo Nacional del PRI estudia la forma de sustituir a los gobernadores de San Luis Potosí, Guerrero y Sinaloa ante la pobre calificación que obtuvieron en una encuesta realizada por Consulta Mitofsky…”
La especie, proveniente de una de las tantas páginas que abundan por internet -elsiglomexico.com-, señaló que la evaluación de los gobernadores en base a la calificación otorgada por la ciudadanía, coloca a Héctor Astudillo de Guerrero, entre los tres peores mandatarios estatales de todo el país, con un 31 por ciento, mientras que Juan Manuel Carreras, de San Luis Potosí, ocupa el nada honroso último lugar con el 32 por ciento e Ignacio Peralta, de Colima, en tercero, con 30 por ciento.
En dicha información se argumenta que la dirigencia nacional del PRI analiza la remoción de los gobernadores por crisis de reputación y buscarán a quienes puedan tomar las riendas de los estados y que tengan la capacidad de resolver las crisis que amenazan la gobernabilidad en esas entidades.
Un rumor que no deja de ser más que eso, porque para que Héctor Astudillo, o cualquier otro mandatario estatal pueda ser removido de su encargo, quien tiene la decisión de aceptar o no la renuncia es el Congreso del estado, y eso salvo de que haya cometido violaciones graves a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, a las leyes federales o al manejo indebido de fondos y recursos federales, y eso, aún se comprueba, al menos en el caso de Guerrero.
Aunque como dice el clásico, haiga sido como haiga sido, el ciudadano común en Guerrero se queja amargamente porque las cosas van de mal en peor en el estado y ante la mirada del gobernador Astudillo, todo es distinto, se vive en un paraíso terrenal.
En días pasados, durante una entrevista con medios de comunicación estatales, al cumplir justos dos años de la administración de su gobierno, Astudillo presumió el progreso que ha tenido Guerrero, sobre todo en el combate a la pobreza, el que no se refleja precisamente entre los guerrerenses.
Y mire usted porque se lo digo, o si estoy mal, como diría aquel personaje del genial Eugenio Derbez, ¡¡¡qué alguien me explique!!!
Guerrero, según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) 2016, cuenta con dos millones 314 mil 700 personas en situación de pobreza y pobreza extrema.
Si bien es cierto hubo un descenso en la pobreza en relación al 2014, las cifras nos marcan sólo una pírrica disminución, ya que si consideramos que en este año -2014- había dos millones 315 mil 400 habitantes en esta lsituación, la diferencia es sólo de 700 pobres menos en dos años.
¿Podemos echar las campanas al vuelo?
Cierto que “Guerrero no es Disneylandia”, como diría en alguna ocasión René Juárez Cisneros al referirse al estado que desde 1954 a fecha, tiene el record de nueve gobernadores defenestrados, que no han concluido su mandato de seis años.
El último de ellos, Ángel Heladio Aguirre Rivero, luego de una desafortunada actuación como gobernador Constitucional por el PRD, debió renunciar antes por el caso de la desaparición forzada de 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa y otras muertes más de personas inocentes en el municipio de Iguala de la Independencia en el 2013.
Mucho se ha dicho que si hay un estado difícil de gobernar ese es Guerrero.
Es por ello que resulta sintomático que se cuenten con los dedos de la mano el nombre de los gobernadores que han logrado concluir su mandato constitucional en las décadas recientes, y los que lo han hecho, han tenido que pagar con creces sus errores.
José Francisco Ruiz Massieu, por ejemplo, a quien se le reconocía como un político hábil y moderno, diestro para la negociación, gracias a su cercanía con Carlos Salinas de Gortari, escapó de milagro de pagar con su defenestración las consecuencias de sus desaciertos.
Igual ocurrió con Zeferino Torreblanca Galindo, un neo perredista que no es libre de caminar solo por cualquier calle de Acapulco o algún otro municipio del estado, sin que se exponga a demostraciones de repudio por parte de sus antiguos gobernados.
Para René Juárez Cisneros la suerte ha sido distinta. Ahora, está a un paso de quedarse como titular de la Secretaría de Gobernación, ya que en su calidad de subsecretario de Gobierno de dicha dependencia, es el político que cuenta con los atributos suficientes para suplir a Miguel Osorio Chong ahora que renuncie para competir en la precampaña por la candidatura presidencial del PRI.
Juárez Cisneros decía: “Yo digo que este es un estado complejo que requiere de la solidaridad de todos; cuando gobernador decía que Guerrero no era Disneylandia. Ahora muchos me tienen que dar la razón”.
Y Héctor Astudillo Flores no es la excepción a la regla, sabe que está montado en un potro salvaje y afirma: “Siempre supe que iba a ser complicado ser gobernador, pero tengo que reconocer que ha sido todos los días un desafío gobernar este estado”.
Al cumplir dos años como gobernador, Astudillo añade: “Ha sido un trabajo complejo, difícil, pero quiero decirles que lo hago todos los días con un ánimo completo de responsabilidad, de entusiasmo y se perfectamente que no hay que bajar la guardia. Guerrero merece estar mejor de cómo estamos, debemos seguir adelante y sepan que el gobernador es el más interesado de que a este estado le vaya bien para que todos puedan sentir que el gobierno funciona”.
La cuestión es que en Guerrero el fantasma de los cacicazgos y los mecenazgos está más que vivo.
La oportunidad que tiene el PRI de recomponer el rumbo se presenta histórica, pues el quebranto económico, la debacle social y el desencanto político que campean entre los guerrerenses, proponen acciones correctivas que pueden empezar a recomponer el rumbo de esta nave y no va a ser lanzando buscapiés como se encontrará un adecuado capitán que ponga a flote la nave que por inercia se encuentra al garete.
Sabemos que después de su derrota ante Zeferino Torreblanca, fueron diez años en los que Héctor Astudillo se preparó para ser gobernador de Guerrero, pero desde luego, nunca esperó serlo ante estas condiciones tan difíciles como las que atraviesa el estado, en las que el crimen organizado no deja ni asomar las narices a los logros obtenidos.
El PRI debería de aceptar el reto en lugar de estar lanzando petardos, pero también el gobernador debería de tener mejores asesores que le digan cual es la mejor declaración para generar inercias que lo apoyen en su gestión y que le abran a su administración la auténtica oportunidad del cambio.
O estaremos a punto de creer lo que por ahí se dice tras bambalinas: es él quien no se deja ayudar. ¿Tú qué piensas amigo lector?
Movimientos telúricos…La secretaría general del PRD, Beatriz Mojica Morga, aseguró este fin de semana que buscará la senaduría por Guerrero, lo que en verdad no le será nada complicado ya que goza de un buen prestigio dentro del estado…de igual manera informó que el partido del Sol Azteca ha planteado a los presidentes municipales de Guerrero, valoren la posibilidad de reelegirse, incluso, esto se lo pidieron al mismo alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez, quien sigue necio en busca de un espacio en el Senado de la República…De plano ni Ángel Aguirre Rivero ni Zeferino Torreblanca Galindo, ambos ex gobernadores, serán candidatos de Morena, dijo el presidente de ese partido en el estado, Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros…marcop1955@hotmail.com