El compartimiento presente tendría que enfocarse del todo en la realidad sombría que nos deparan los gurúes del Fondo Monetario Internacional para el año próximo.
Los muchachos sin patria de la señora Cristine Lagarde se han pasado las horas aleccionando a los mozuelos mexiquenses de Videgaray para que presupuesten un gasto público austero y “achiquen” el Estado, sobre todo los programas de más fácil ajuste, que ya enlistamos en la entrega anterior. Alegan que no hay dinero por la baratura del petróleo. Mmmmm. No es creíble.
Sin embargo, quedan algunos cabos sueltos en el espinoso asunto de MVS-CA-Presidencia, que son importantes para el registro de esta bitácora: Quién pierde. Quién gana. Quién queda tablas. Porque el cese de la locutora no es gratuito.
Miren: algo pierden los herederos de don Joaquín Vargas, regio radiodifusor de cepa. Aunque es muy difícil que un regiomontano pierda. Los anunciantes, sin embargo, prefieren un periodismo, como dicen ahora, light; odian lo político. Así que pronto las pautas publicitarias de MVS serán más generosas.
Pierde más don Enrique, aunque oficialmente no haya metido las manos en la conspiración para eliminar a la locutora. Nadie lo cree, por cierto y más con lo que dijo Gutiérrez Vivó a El País, en el sentido de que en casos como los de él en Monitor Los Pinos metieron las manos.
Muchos, sobre todo los más acérrimos enemigos del PRI y de todo lo que huela a Peña, así como los barones de la gran prensa extranjera, seguirán convencidos y tratando de convencer a más de que la señora Aristegui fue despedida por órdenes de la presidencia de la república.
Y la ganadora, aunque usted no lo crea, por lo menos a corto plazo, es la locutora con sus muchos fieles – dicen que son millones; no hay que exagerar; a las mayorías no les importa nada lo que se dice o pasa; están ocupadas en buscar qué comer mañana -. Y sin el apoyo de López Obrador. Algo pierde, o tal vez pierda mucho. No sé. Sus muy valiosos emolumentos, sí. Pero el dinero va y viene.
Sin embargo es más importante reflexionar en asuntos de mayor gravedad, que atañen a millones de personas en el umbral de la pobreza: el panorama económico general, el que atañe a todos los factores fuerza de trabajo de la producción. Ese pareciera no tener salida. Como si fuéramos viajando por un túnel sin tiempo ni salida aparente. Sin siquiera una débil luz que significara esperanza de salvación.
Banco de México lo reconoce a cada rato, como este jueves, al boletinar que “la actividad económica ha tenido un desempeño un ‘tanto débil’, con un menor dinamismo en las exportaciones y una reducción en la plataforma de producción de petróleo, que ha impactado en la industria”…
Lo preocupante es que lo que dijimos el jueves no es mentira. La orden de la señora Lagarde es “eficientar” el gasto del gobierno. Para lograrlo, ”se priorizarán todos los programas y proyectos que ofrezcan la mayor rentabilidad social y económica”. Así que los gobernadores tendrán que estar muy listos porque, como lo dijo el subsecretario Galindo, por la vía de las participaciones federales se prevén menores trasferencias debido a que estos recursos dependen de los ingresos petroleros, cuyos precios seguirán bajos…”
La nueva política “redimensionará” la estructura de gobierno. Esto no sólo implicará recortes a los 889 programas presupuestados sino también al personal. O sea que habrá despidos masivos. Muchos entrarán a formar parte de las filas de los desempleados o de la llamada economía informal.
Pero por supuesto que esta política económica tendrá un efecto dominó en toda la estructura de la vida económica. El gobierno no será, por lo menos en este sexenio de mover a México para modernizarlo y hacerlo eficiente y competitivo, motor de la economía.
La economía tendrá que ir sola, con lo que la producción seguirá cayendo, las exportaciones también, las importaciones se pararán porque el mercado entrará en paro. Más desempleo, más economía subterránea, más pobreza. No estoy muy seguro de que a los de Hacienda les importe mucho la pobreza. Ellos han estado haciendo su roncha desde que bajaron del rancho o del pueblo. Para eso vinieron.
Y por qué no mejor hacen a un lado tradicionales resistencias y se ponen, los gobernantes, sobre todo el Congreso, a perseguir y encarcelar a los altos funcionarios corruptos. Ahí está el ejemplo vivo de Islandia.