La enmienda salió con 96 votos del PRI, PVEM y PAN a favor y 28 en contra, estos últimos del bloque de izquierda, que sufragó en contra de esa modificación a la Ley Federal del Trabajo.
El coordinador perredista, Luis Miguel Barbosa, se inconformó con el procedimiento, toda vez que a su juicio la minuta debió regresar a la Cámara de Diputados dado que el bloque de izquierda, junto con la bancada del PAN, formuló un cambio, al reintegrar los artículos 388 bis y 390, que los diputados habían eliminado y que contienen normas para atacar los contratos de protección.
Barbosa argumentó que se estaba violando el Artículo 72 Constitucional, que establece que para mandar a promulgar aquellas partes que fueron votadas por las dos cámaras se requería la mayoría absoluta de los miembros presentes y reservar los adicionados o reformados para su examen y votación en las sesiones siguientes.
Sin embargo, de nuevo PRI y PAN impusieron su mayoría y gran parte del articulado de la reforma fue turnada al presidente Felipe Calderón para que la promulgue.
En tribuna, el senador Manuel Bartlett dijo que confía en que la población mexicana reaccione, como está ocurriendo ya en varios países de Europa, contra estas reformas, ordenada por Enrique Peña Nieto.
Antes, a las cuatro de la tarde, el Senado aprobó la reforma en lo general, con 99 votos a favor del PRI, PAN y Verde , y 28 en contra, del bloque de izquierda.
A esa hora se consumó lo que el perredista Alejandro Encinas calificó como “el mayor agravio a los trabajadores después de 1917”. Otros legisladores perredistas, como Dolores Padierna y Alejandra Barrales, así como el petista Manuel Bartlett, criticaron esa “reforma patronal” que lesiona severamente a los asalariados del país.
En contraste, el PAN, a través de Raúl Gracia, expuso que el país está “ante un gran logro” y el PRI en voz de Raúl Cervantes, descalificó las críticas de la oposición “de derecha y de izquierda”. La senadora de Nueva Alianza, Mónica Arriola, hija de Elba Esther Gordillo, votó a favor de esa reforma, que, dijo, es histórica.
A más de dos meses de discusión de la reforma laboral que lesiona los derechos de los trabajadores en el Congreso, el dirigente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) y senador priísta Carlos Romero Deschamps desconoció el contenido de la reforma laboral, y se negó opinar sobre su contenido, pese a que por segunda vez de iba votar en el pleno senatorial.
“La verdad todavía no la conocemos, en eso estamos”, respondió, sin poder eludir a los representantes de la prensa que lo rodearon.
-La acaban de aprobar en comisiones, senador…
-Permítanme conocerla, y le doy mi opinión con mucho gusto.
-Le preguntamos de la reforma laboral…
-De eso estamos hablando, de qué otra cosa.
¿No siguió el debate que se ha dado en estos dos meses en torno a la reforma?
-Si lo seguí, pero la conclusión aquí todavía no la tenemos. Acaba de aprobarse, como ustedes mismos me dicen. Acaba de llegar a la Cámara, habremos de conocerla y hacer los comentarios pertinentes, contestó, aunque la minuta llegó, por segunda vez al Senado la semana pasada y el jueves 8 de este mes se le dio entrada al pleno.
El único punto que aceptó conocer y discutir fue el de democracia sindical. Rechazó que no haya transparencia en su gremio. “Acabamos de tener una convención petrolera en donde rendimos cuentas, donde se sancionaron y aprobaron por la convención, de acuerdo a la Ley Federal de Trabajo vigente y a los estatutos del Sindicato Petrolero.