Zona Sísmica
Sin sentido el Consejo Consultivo en el Puerto
Mejor tránsito en las calles de Chilpancingo
Por Marco Polo Aguilar
Desde que inició la administración del gobernador Héctor Astudillo Flores, hasta la fecha, en el Puerto de Acapulco se ha invertido en obras, algo así como 2 mil millones de pesos.
Nada que ver con aquel famoso Consejo Consultivo para el rescate del Acapulco Tradicional, que con tanto bombo y platillo anunció el defenestrado ex gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero en marzo del 2012, que sólo resultó ser uno más de sus acostumbrados anuncios faraónicos.
En aquel entonces, la idea principal de ese proyecto, formado por destacados empresarios, era la recuperación de la zona que dio origen al formidable destino turístico en el municipio económicamente más grande del estado de Guerrero y lo que se convirtió, durante una larga época, en la ventana de México para el Mundo.
Pero todo quedó en el olvido y los recursos en los bolsillos de quienes supieron venderles el proyecto a los empresarios, y en lugar de revertir el deterioro del gran destino que por mucho tiempo colocó a Acapulco en la cima del mundo turístico, lo hizo caer en un socavón de enormes dimensiones y con una delincuencia organizada que día a día le va ganando terreno a las autoridades.
Quien no recuerda a figuras como Johnny Weissmuller, el mítico Tarzán, Elizabeth Taylor quien eligiera este destino para casarse con Mike Todd, Elvis Presley quien filmara en 1963 la cinta Fun in Acapulco, el ex beatle Ringo Starr, John F, Kennedy y Jackie; el gran Mimo Mario Moreno “Cantinflas”, el rey del humorismo blanco Gaspar Henaine, “Capulina”, el genial Germán Valdés “Tin Tan”, la enorme actriz Dolores del Río, entre otros y grandes directores de cine que dieron realce al festival cinematográfico de Acapulco.
Grandes personajes de la farándula, de la política y de las finanzas, se paseaban con toda tranquilidad a la orilla del mar a lo largo de los 86 kilómetros de litoral con los que cuenta el Puerto de Acapulco, lo que en la actualidad, no pueden hacer muchos políticos.
Pero aunque la belleza de Acapulco es prácticamente abundante, el turismo es el sector que arroja los mayores dividendos al estado, a grado de que varios son los municipios que dependen de su producto interno bruto.
En días pasados, el senador Esteban Albarrán Mendoza presentó en el Senado de la República un proyecto de decreto para reformar un artículo de la Ley Federal de Derechos, órgano encargado de regular la obligación de pago de derechos de las personas que cuentan con una concesión o permiso para tener un negocio en las playas o cualquier zona federal marítima terrestre.
Resulta que en su artículo 232-D, la Ley Federal de Derechos marca la existencia de XI zonas tarifarias que contempla obligaciones fiscales para cada sitio y en las que se incluyen, desde los municipios económicamente más pobres, hasta los que tienen un valor altamente económico, desde el punto de vista turístico.
El municipio de Acapulco de Juárez está clasificado en la zona X, junto a destinos turísticos como Los Cabos, en Baja California y Puerto Vallarta, en Jalisco, municipios con los que además de no poder competir turísticamente, lo coloca en gran desventaja para poder pagar impuestos tan altos, ya que sus ganancias dependen, primordialmente, del turismo nacional.
En el municipio de Acapulco de Juárez, se encuentran establecidas alrededor de 400 empresas familiares que viven prácticamente del turismo y las que le han dado forma al puerto con playas como Pie de la Cuesta, Caleta y Caletilla, Puerto Marqués, Pichilingüe, Majahua, Playa Revolcadero, Playa Bonfil Diamante, Playa La Gloria, Playa Encantada, Playa San Andrés y Barra Vieja.
La propuesta es beneficiar a dichas microempresas familiares y reclasificar al municipio de Acapulco en la zona 9 de la Ley Federal de Derechos, en la que también se encuentra ubicado el municipio de José Azueta, mejor conocido como Zihuatanejo y así evitar que tenga una obligación fiscal de las más caras en el pago de sus derechos por el uso de zonas marítimas terrestres.
La Ley General de Bienes Nacionales señala, en su artículo séptimo, fracción V, que la zona federal marítima terrestre es un bien de uso común y de dominio público de la federación. En el primer caso, las zonas son libres para cualquier persona, pero en el segundo, requieren de una concesión o permiso para su explotación, lo que implica la obligación de pago de derechos, regulados por la Ley de Derecho de la que se pide la reforma.
En un inicio, el artículo 232 de la Ley Federal de Derechos, sólo establecía a personas físicas o morales la obligación a pagar por uso o aprovechamiento de las playas, la zona federal marítima terrestre y los terrenos ganados al mar o a cualquier otro depósito de aguas marítimas.
Sin embargo, ya para el año 1992, el mismo artículo 232 de la Ley Federal de Derechos, exigía el cobro de zona federal por metro cuadrado concesionado, asignando una cuota del 10 por ciento del valor del metro cuadrado del predio colindante, más el uno por ciento del valor del inmueble construido.
Para 1997 se volvió a modificar el artículo mencionado, definiendo a los municipios costeros del país en 10 zonas tarifarias, con tres incisos cada una en la que variaba el costo por metro cuadrado, ya fuera por a) ornato, b) por agricultura, ganadería, pesa, acuacultura y extracción artesanal de piedra bola y C) la general, aplicando una cuota en donde la zona I era la más económica y la X, la más cara por concepto de derechos
Así se estableció hasta el año 2010, en el que se consideró el artículo 232-D con diez zonas fiscales, en el que se incluyen los municipios económicamente más pobres, hasta los que tienen un valor altamente económico, desde el punto de vista turístico.
Posteriormente, como un caso especial, por la inversión realizada en algunas playas de Quintana Roo, se incorporó la zona número XI, que comprende las sub zonas A y B, en donde se separaron distintos municipios turísticos del estado.
En la clasificación de estas zonas, el municipio de Acapulco de Juárez quedó ubicado en la zona X, la más cara de la tabla de la Ley Federal de Derechos.
“Las familias que viven de esta actividad, en las que se incluyen aquellas pertenecientes a los pueblos originario, consideran que los grandes consorcios turísticos hoteleros y restauranteros, tienen la suficiente capacidad para solventar la tarifa zona X de uso general, pero las microempresas familiares, que constituyen el 90 por ciento de la oferta gastronómica de Acapulco, dicha cuota vulnera su débil economía”, estableció Albarrán Mendoza.
En las diferentes playas del municipio de Acapulco de Juárez, los 400 establecimientos que en su mayoría son giros de microempresas familiares de restaurante, en promedio colaboran, en cada negocio, unos15 jefes de familia en diversos oficios como cocineras, meseros, cantineros, prestadores de servicios turísticos, de deporte acuáticos, proveedores y muchos más de manera indirecta, por lo que miles de familias se benefician de esa parte de la zona marítimo terrestre.
Por ello, de aceptarse la reclasificación de Acapulco de la zona X de uso general, a la zona IX de ornato, en la Ley Federal de Derechos, se traduciría en un beneficio directo a los pueblos originarios y a su economía familiar, lo que sería de justicia.
Movimientos telúricos…Aunque las calles de la ciudad capital de Guerrero lucen como un verdadero muladar, en la cuestión de tránsito se puede advertir todo lo contrario. Resulta que desde la llegada del comandante Pablo Astudillo a la subsecretaria de Tránsito y Vialidad de Chilpancingo, se han implementado una serie de operativos, en los que resulta más que evidente, la coordinación que existe con sus agentes, ya que cuando hay marchas o bloqueos, los agentes de tránsito agilizan el tránsito en la principales calles de la ciudad…bien haría el presidente municipal, Marco Antonio Leyva Mena en ratificarlo en el cargo, ya que cuenta con una experiencia probada de 25 años…marcop1955@hotmail.com
