Ciudad de México, México.— El terremoto del 19 de septiembre pasado, hasta este jueves, ha dejado 345 muertos, de ellos 206 ocurrieron en la Ciudad de México, donde todavía siguen trabajando en el rescate de personas con vida y sin ella como en el desplome de del edificio de Álvaro Obregón 286, en donde los trabajos han sido demasiado lentos a diez días de la eventualidad.
El coordinador nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, Luis Felipe Puente, informó que de los 345 decesos, 206 corresponden a la Ciudad de México; 74 a Morelos; 45, Puebla; 13 Estado de México; Guerrero, seis, y Oaxaca, 1.
Hasta las 19:30, añadió, continuaban los trabajos de búsqueda y rescate en Álvaro Obregón 286, en la capital, al tiempo que seguía el despliegue de “24 mil servidores públicos” en los municipios más afectados de Oaxaca.
En el derrumbe del edificio de Álvaro Obregón, en donde, según las autoridades, supuestamente trabajaban 500 rescatistas y ahora solamente lo hacen la mitad, encontraron a tres cuerpos y localizaron uno más este jueves.
El enlace del Gobierno de la Ciudad de México con los familiares de las personas que se encontraban en el inmueble al momento del sismo, Valentín Oñate, dio a conocer que con ello suman ya 27 las personas rescatadas, de las cuales 25 han sido totalmente identificadas y entregadas a sus familiares.
En tanto, que en los dos casos restantes (personas del sexo femenino), trabaja personal de Servicios Periciales para que su identificación sea con total satisfacción de los familiares, por lo que se abstuvo de mencionar cuántas personas podría haber todavía en el edificio colapsado.
A su vez, el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), Roberto Campa Cifrián, indicó que el gobierno de la República mantiene su trabajo de manera coordinada con el capitalino “desde el primer momento todos bajo la coordinación del jefe de Gobierno”.
Destacó que se hacen esfuerzos por estar “muy cerca” de las familias, para atender los derechos de las mismas; así como la dignidad de las personas que quedaron atrapadas.
Destacó que en ello ha habido un trabajo importante de las Comisiones de Derechos Humanos a nivel nacional (CNDH) y en la Ciudad de México, para revisar que los compromisos que se asumieron y los protocolos se cumplan.
El funcionario federal recordó que una vez extraído un cuerpo e identificado plenamente, se hacen los trámites legales y se contacta con los servicios funerarios, a través de la Asociación de Funerarias del Distrito Federal, y el gobierno de la ciudad absorbe los gastos.
En tanto, el director ejecutivo del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) de la Ciudad, Guido Sánchez, mencionó que en el lugar trabajan 242 rescatistas, tanto nacionales como extranjeros, y voluntarios, y dejó en claro que “todos los equipos están comprometidos con México”,
Apuntó que se ha accedido a todos los pisos del edificio colapsado y de acuerdo a las perforaciones que se han hecho, hay una pauta muy importante de que las personas que se encontraban en el momento del sismo se dirigieron a la ruta de evacuación.
Subrayó que en cuanto los equipos de búsqueda y rescate llegan a un cuerpo “no se suelta, nos vamos hasta que logramos llegar a él y después extraerlo. Es un trabajo difícil, tenemos un nivel de compactación muy importante y se tiene que apuntalar, perforar, abrir espacios, liberar todas las partes del cuerpo, para que de una sola pieza el cuerpo sea extraído”.
Guido Sánchez consideró que hasta el momento se han extraído unas 150 toneladas de la losa, la cual se ha seccionado para, con el apoyo de una grúa, extraerla, mientras que de escombro se calcula unas 200 toneladas retiradas.
Explicó que el procedimiento es que se hacen cuatro perforaciones en la losa para enganchar las cadenas, se levanta la pieza de concreto medio metro y un rescatista tiene que meterse por debajo a cortar los castillos de soporte de la estructura y “se mide el movimiento que llega a tener la edificación y si no hay movimiento, la grúa desplaza la pieza”.