Admite Peña Nieto existencia de “incredulidad y desconfianza en México

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Peña Nieto
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El gobierno mexicano debe “reconsiderar hacia dónde nos dirigimos”, aseguró el mandatario, quien también refrendó su compromiso de luchar contra la corrupción en una forma mucho “más eficaz”, así como de terminar con el “estigma” de considerar a los políticos como “ladrones”.

Peña Nieto perdió momentáneamente la palabra, refiere el rotativo, cuando se le preguntó por qué nunca visitó Iguala, en Guerrero, para mostrar solidaridad con los 43 estudiantes desaparecidos, a lo que finalmente respondió: “Eso no significa que no hemos hecho lo que se debe. El Presidente no tiene por qué ir en persona, tenemos gobernantes ahí”.

En cuanto a la polémica que se generó a partir de los escándalos de la llamada Casa Blanca adquirida por su familia, así como la del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, Peña Nieto dijo que el tema ha sido “satanizado” y que él es el “más interesado” en que se aclare.

El diario señaló que la mención de esos casos fue el único momento en que Peña Nieto se mostró molesto, durante la entrevista de una hora, aunque pronto recuperó su pose habitual.

El jefe de Estado se refirió al sistema anticorrupción, que se encuentra en las últimas etapas de aprobación en el Congreso, como algo “innovador”, que contribuirá a que la rendición de cuentas de los funcionarios públicos.

“El Presidente, en quien confiaron los empresarios en sus primeros dos años de presidencia, por aprobar casi una decena de reformas económicas, ha enfrentado desde entonces una marea de inquietud popular y un electorado cada vez más escéptico”, difunde el diario británico con titular “México plagado por la ‘incredulidad y la desconfianza’, admite el Presidente”.

La crisis de confianza en realidad es “una oportunidad”, insistió el priísta al periódico. “Pienso que aún estamos a tiempo de mostrar resultados y de dar beneficios a los mexicanos. Soy optimista”, concluyó.

El Presidente llegó este lunes por la mañana a Londres, un día antes del inicio de una visita de Estado de tres días en que será el huésped de la reina británica.