Lo anterior, explicó el legislador, debido a la importancia que tiene la lectura en el desarrollo educativo y cultural de la sociedad y de la necesidad de realizar acciones para su fomento entre la población.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en México los índices de lectura están muy por debajo de lo registrado por otras naciones, pues el promedio de lectura de los mexicanos es de 2.9 libros por año, mientras en Alemania esa cifra llega a 12 libros anualmente.
Esto, dijo, refleja la necesidad de establecer diversos mecanismos que puedan fomentar la lectura, reconociendo además que se trata de un gasto que no es habitualmente considerado en las familias por diversas razones, una de ellas, es la situación económica.
“Existe una alta correlación entre el bajo nivel de lectura en nuestro país con la situación económica de nuestras familias, sumado a la ausencia de esquemas amigables que permitan parcializar el costo de los libros. En consecuencia, para un sector de la población la adquisición de un libro puede clasificarse como un “artículo de lujo” y si consideramos que el costo promedio de un libro oscila entre los 300 y 500 pesos, su compra podría considerarse fuera del presupuesto de muchas familias”, explicó.
Finalmente, el legislador mexiquense adelantó que con esta propuesta se podrá apoyar la economía familiar e impulsar una alternativa novedosa para que la ciudadanía se acerque a las librerías.
El resolutivo fue comunicado a las dependencias correspondientes.