En el documento se analiza la declaración conjunta adoptada por los miembros del Grupo, con énfasis en la posición estadounidense, la cual ha sido notoriamente contraria al consenso de los demás miembros.
Describe las marchas multitudinarias alrededor de la Cumbre, convocadas por grupos opositores al encuentro de líderes mundiales. Asimismo, menciona la reunión que tuvo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el mandatario de Rusia, Vladimir Putin.
Finalmente, se hace un breve recuento de la participación de México en la Cumbre, y las reuniones bilaterales que sostuvo el presidente Enrique Peña Nieto con algunos de sus homólogos.
En el tema de seguridad y terrorismo, los líderes hicieron un llamado para mejorar la aplicación de los acuerdos internacionales en la materia, y mejorar la cooperación para combatir este fenómeno, principalmente en cuanto a las resoluciones y sanciones emitidas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
También hicieron hincapié en los intercambios, rápidos y específicos, de información entre las autoridades de inteligencia y otras dependencias de seguridad de los países miembros, y se comprometieron a hacer frente al financiamiento de grupos terroristas.
Sobre el cambio climático, los líderes discutieron la posición de Estados Unidos ante el Acuerdo de París; y manifestaron su compromiso con el instrumento para aplicarlo en sus territorios, dotar ayuda financiera a países en desarrollo, y cumplir con los objetivos planteados para contrarrestar el fenómeno climatológico.
Destaca que en la declaración final, los líderes señalaron: Estados Unidos se esforzará por trabajar estrechamente con otros países para ayudarles a acceder y utilizar combustibles fósiles más limpios.
El tema del proteccionismo comercial fue uno de los más álgidos, dadas las declaraciones del presidente Trump, y sus medidas proteccionistas en contra del libre comercio, que tradicionalmente han promovido los miembros del G20.
En la declaración final se reflejan ambas visiones: Se renueva el compromiso de luchar contra el proteccionismo; y, por primera vez, se incluye una referencia a los “instrumentos legítimos de defensa comercial”.
En cuanto a la migración y la crisis de refugiados, el CEIGB señala que los líderes acordaron intensificar la coordinación y, actuar contra los contrabandistas y traficantes de personas. A la par, abordaron las causas profundas de la migración y el apoyo a los países de origen y tránsito.
En consecuencia, los líderes se centraron en buscar cómo mejorar el aprovechamiento de los beneficios que la globalización económica trae a las personas, y discutieron sobre la construcción de un sistema financiero abierto y flexible.
Durante su participación, el presidente de México exhortó a los líderes de los países miembros a actuar bajo el principio de responsabilidad compartida en la lucha por contrarrestar amenazas a la seguridad de los Estados.
Sobre el comercio, refrendó, junto con sus homólogos, su respaldo al sistema multilateral de comercio sólido, transparente y fundado en reglas. Asimismo, hizo un llamado para trabajar a favor de la integración productiva y del libre comercio, como motores del desarrollo económico.
Acerca de la lucha en contra del cambio climático, el presidente Peña Nieto destacó el firme compromiso de México con dicha encomienda, así como con el cumplimiento de su contribución al Acuerdo de París, a escala nacional.