“¡Estamos hasta la madre!”, concluyeron el viernes casi un centenar de connotados priístas.
“¡Frustrados!… “Políticos de café”, les respondieron desde la cúpula del PRI.
Mal pinta el asunto cuando no hay voluntad de diálogo entre las partes en conflicto. Y más aún cuando hay versiones que advierten postulaciones impensables.
“… se habla de que hay cierto interés de (que, uno de los objetivos de la XXII Asamblea Nacional del PRI) sea el quitar ciertos candados y derechos de la militancia para abrirlos y que el PRI postule a un panista… que sea un candidato PRIAN, que sea un panista, pero postulado por el PRI”, adelantó Filiberto Alfaro, ex líder del PRI en Sonora.
“Hay que tener mucho cuidado con eso porque en realidad, lo que puede pasar, es que el priísmo histórico se alíe con Morena”, agregó en medio de la aceptación general de los asistentes.
El encuentro de priístas en rebeldía, narrado por Francisco Reséndiz en El Universal, coloca en la cabeza de esos 89 políticos a: José Ramón Martel, Ivonne Ortega, José Encarnación Alfaro, Alberto Aguilar Iñarritu, Yolanda de la Torre, Ernesto Gandara y Nabor Ojeda, todos ellos con largas trayectorias dentro de ese partido, y algunos con altos cargos vigentes.
Martel indicó que todos los planteamientos y propuestas servirían para elaborar un documento de 10 puntos que sería llevado al pleno de la Asamblea Nacional por la exgobernadora de Yucatán y ex secretaria General del PRI, Ivonne Ortega –autoproclamada como precandidata del PRI a la Presidencia de la República-, pero, advirtió:
“Si hay oídos sordos, repensaremos qué vamos a hacer… me quedo con eso, con mucha seriedad: somos muchos los que pensamos lo mismo, los que pensamos igual, perdón por la expresión, los que estamos hasta la madre de seguir perdiendo el prestigio del PRI con lo que se está viviendo, estamos hasta la madre.
“Entonces, ¿qué vamos a hacer si pensamos igual, si queremos que sea diferente?… ¡una lucha dentro!, pero si esa lucha cae en el desierto y se seca la gota, ya sabemos que nos reuniremos para saber y decidir qué es lo que sigue con nuestras convicciones, nuestra ética, con nuestra moral y con nuestro deseo de seguir haciendo política.
“Queremos recuperar un México que piense que por encima de las ambiciones de poder y de dinero… está el cómo lograr que los que menos tienen puedan ascender socialmente”, dijo.
Ivonne Ortega dijo por su parte que “la rentabilidad electoral, la competitividad del PRI, ha caído en 4 millones 900 mil votos…
“Hay muchos ejemplos de cómo el PRI ha perdido elecciones por malas decisiones al elegir candidatos, muchos de ellos sin el aval de la militancia, por eso es necesario que las candidaturas surjan de consultas directas a la base y a la ciudadanía”.
Ivonne Ortega como Hugo Díaz-Thomé y otros de los asistentes pidieron que el candidato del PRI a la Presidencia de la república surja de un proceso abierto a la base militante y no de la decisión de Enrique Peña Nieto.
De igual forma propondrá que durante la Asamblea Nacional prevista para el 12 de agosto próximo sea elegida una nueva dirigencia del PRI.
LA RESPUESTA
El encargado de responder fue el senador con licencia Arturo Zamora, dirigente nacional de la CNOP quien de entrada pidió a las bases y dirigentes de este partido “no hacer caso a las voces que buscan destruir al PRI”.
Y agregó que los 89 del encuentro, pese a su larga militancia y enorme listado de cargos, “no representan al priismo nacional”.
Un tanto atolondrado por las prisas Zamora dijo:
“Son políticos de café que se reunieron a criticar y a dañar a nuestro partido. No representan al priismo nacional, sobre todo porque sus palabras están expresadas desde la frustración.
“Están buscando destruir y criticar un proyecto político ganador. Ahí están los resultados electorales que nos fueron favorables. No caben esas expresiones que surgen a partir de ambiciones personales. Son descalificaciones sin sustento”, agregó.
Les recordó que justamente la XXII Asamblea fue convocada para debatir y porque el dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza “tuvo la visión para hacerlo de cara al 2018”.
Pero al parecer el encargo fue el de ir al combate y por ello el líder de la CNOP se lanzó a fondo: “dónde estaban esos compañeros cuando se realizaron las recientes campañas… dónde se encontraban para defender el proyecto de nación de Enrique Peña Nieto y las causas de los mexicanos”, cuestionó.
AGENDA DE LA ASAMBLEA
Como Usted sabe la XXII Asamblea Nacional del PRI inició el 2 con reuniones de sectores y organizaciones, organismos especializados y organizaciones adherentes de ese partido.
Entre el 12 de mayo y el 18 de junio estaba previsto hubiera asambleas municipales en el país, y delegacionales en la Ciudad de México y entre el 22 de junio y el 9 de julio: asambleas estatales, y las de la capital del país.
La agenda indica que entre el 10 y 22 de julio, se recibirán las conclusiones de todos esos encuentros en la Comisión Nacional de Dictamen para que, el 4 y 5 de agosto se declaren instaladas 5 mesas temáticas:
Visión de futuro,
Rendición de cuentas y Ética,
Declaración de Principios,
Programa de Acción y;
Estatutos.
Y del 6 al 11 de agosto, la Comisión Nacional de Dictamen, elabore los dictámenes finales que serán discutidos y aprobados en la Asamblea Nacional a realizarse el sábado 12 de agosto con la asistencia del Presidente Enrique Peña Nieto.
FIN DE DISCUSIÓN
Contundente el presidente del Senado, el verde Pablo Escudero, puso punto final al debate en falso sobre la Segunda Vuelta Electoral.
En estos momentos, dijo, ese debate implica inviabilidades jurídicas, operativas y logísticas para el proceso electoral que se celebrará el próximo año, precisó.
Y aclaró que el planteamiento “simplista de asegurar que sólo se requiere una modificación constitucional, es totalmente erróneo”.
Sólo hacer esa reforma a la Constitución para después aprobar lo de la Segunda Vuela para el 2018, requeriría de una revisión profunda del andamiaje institucional y legal, para definir las normas, plazos y requisitos que regulen el procedimiento electoral en la celebración de una segunda vuelta.
O sea, sería más caro el caldo que las albóndigas.
Sería, indicó, “realizar un sinnúmero de inevitables reformas a cada uno de los ordenamientos legales que rigen la materia de partidos políticos, organismos electorales y procesos electorales”.
O sea: fin de discusión.