Por el sonido local de la estación del Metro Pantitlán, a eso de las 21;15 horas, un empleado del Metro anunció problemas en el servicio, las protestas de los usuarios no se hicieron esperar con recordatorios familiares y el regreso del importe de su pasaje de 5.00 pesos.
Pasados algunos minutos, por el mismo sonido local, el encargado de ese servicio informaba a los pasajeros, quienes como todos los días se encontraban enrejados antes de acceder a las escaleras que comunican al andén del Metro Pantitlán con dirección La Paz, que la marcha de los trenes iba a ser lenta e invitaban a los usuarios a buscar otro medio de transporte.
En ese momento los presenten empezaron a montar en cólera y exigían al viento que les regresaran sus 5:00 pesos de su pasaje, pero ninguna autoridad del Metro se veían en las cercanías. Solamente elementos de la Policía Auxiliar que sin ninguna coordinación eran rebasados por la multitud y la falta de un operativo que impidiera desde las otras correspondencias de las líneas 1, 5 y 9 avisar que no había servicio.
Los ánimos de los usuarios fueron elevándose y la puerta de contención era golpeada. Otra vez, se escuchaba la voz del sonido local para informar que el servicio de estaba suspendido por falta de energía eléctrica. Los usuarios gritaron, molestos, que esa no era forma de tratar a los usuarios y que no se les respetaba y que no había otro sistema de transporte y algunos ni siquiera traían dinero para usar otro medio de comunicación.
Pocos accedían al llamado del sonido local de abandonar la estación, la aglomeración crecía por el flujo de pasajeros que llegaban de las líneas 9 (Tacubaya—Pantitlán), 1 (Observatorio—Pantitlán) y 5 (Politécnico—Pantitlán). El operativo de seguridad estaba prácticamente rebasado y los policías auxiliares, sin ninguna capacitación, se movían de un lado a otro. Abrieron una puerta por donde empezaron a desalojar los usuarios para ocupar el área adyacente de la salida que comunica a la línea 9.
Más adelante, llegó a tal grado la molestia de los pasajeros que golpearon la puerta “de control” hacia el andén de la Línea A y lograron que los policías la abrieran y bajaran al andén, en donde se encontraban dos trenes –uno del andén de llegada a Pantitlán y otro con dirección a La Paz-, pero no se movían.
El gobierno capitalino de Miguel Angel Mancera, por ningún medio informó de la falla en el servicio, y los usuarios afectados, de la Ciudad de México y mexiquenses, tuvieron que buscar su propio medio de transporte. Así funciona el metro después de la caída de una lluvia en el oriente de la ciudad y la falta de mantenimiento en esa línea. .