El presidente Peña Nieto –agregó el Coordinador de Proceso Legislativo del GPPRD en la Cámara de Diputados- no debería manifestar sorpresa por la desconfianza de la ciudadanía hacia su administración pues, para decirlo pronto, su administración se ha caracterizado por ser una verdadera farsante en diversos temas.
Así ha sido en cuanto a fomento de la economía, abatimiento de la desigualdad, combate a la delincuencia organizada, la corrupción de los funcionarios de su administración y sus correligionarios de partido, así como en cuanto a procuración de justicia.
A diferencia de todo lo que Peña Nieto prometió como candidato a la Presidencia de la República, a cuatro años de estar en el poder hoy tenemos más inflación, desempleo, pobreza, desigualdad social, inseguridad y corrupción tan generalizada que él mismo ha resultado involucrado.
“Tenemos más problemas que cuando él llegó. ¿Desde cuándo –preguntó Ortega- se sospechaba o se sabía con toda certeza –porque había señalamientos de la Auditoría Superior de la Federación- de la corrupción de sus correligionarios gobernadores –como los Moreira, los Duarte, los Borge, los Yarrington, los Eruviel y tantos otros priistas- y de su impacto en la desatención a la inversión productiva y a las necesidades sociales en sus estados? Sin embargo, no se les investigó ni detuvo, pero sí se les dejó escapar o se les mantiene impunes”.
“Tiene razón el presidente aun cuando lo diga con majadería hacia el 90% de los mexicanos que desaprueban su gestión: no nos embonan ni nos acomodan las acciones de su gobierno. No le creemos porque una y otra vez, el engaño y la traición a la población es lo que lo caracteriza, incluso desde que era gobernador del Estado de México”, señaló el perredista Ortega Álvarez.
“No por nada, casi nueve de cada diez mexicanos califica mal o muy mal a su gobierno. Es decir, en palabras del presidente, no hay chile que le embone a ese 90% de la población porque hoy tenemos más ladrones en el gobierno y más concentración de la riqueza en unas cuantas manos en tanto la pobreza y miseria continúan creciendo entre la población”.
“Sí, como él mismo lo ha dicho, los mexicanos estamos enojados, y no porque los problemas sólo existan en nuestra imaginación –como también ha dicho-, sino porque estamos verdaderamente hartos de las mentiras, torpezas y los robos de sus funcionarios y sus correligionarios, y porque estamos hartos de que medren con la miseria de la población”, puntualizó el legislador del Sol Azteca.
