Mediante un Punto de Acuerdo que fue aprobado por todas las fuerzas parlamentarias de la Asamblea Legislativa, la legisladora de morena pidió que el estudio sea de carácter público y se entregue al órgano legislativo en un plazo no mayor a un año.
En Tribuna, Hernández Mora subrayó la urgente necesidad de exigir que el agua que se distribuye en la Ciudad de México, además de suficiente, debe estar libre de microorganismos, sustancias químicas y amenazas radiológicas que constituyan un riesgo para la salud de los capitalinos. Debe, agregó, ser saludable, aceptable y asequible para su uso personal y doméstico.
La diputada precisó que en los últimos 30 años, la superficie urbana de la ciudad creció 3.6 veces, razón por la cual se agudizó la escasez de agua y junto con ella, la insalubridad del vital líquido, problema que no sólo es visible en los hogares, sino también en escuelas y hospitales.
Destacó que a pesar de que el Gobierno de la Ciudad de México, por medio del Sistema de Aguas, opera diario mil 290 kilómetros de red primaria, 11 mil 971 kilómetros de red secundaria, 765 kilómetros de acueductos y líneas de conducción, 357 tanques de almacenamiento, 268 plantas bombeo, 49 plantas potabilizadoras, 15 plantas cloradoras, 976 pozos, 69 manantiales, 33 garantías y 458 dispositivos de cloración, aún así, la falta de sustentabilidad del vital líquido ha ido en ascenso.
Delegaciones como Iztacalco, Iztapalapa y Xochimilco presentan el mayor problema de mala calidad del agua, informó Hernández Mora. Tan sólo en Iztacalco, las colonias Agrícola Pantitlan, Fraccionamiento Coyuya, Viaducto Piedad y el Pueblo Originario de Iztacalco, experimentan una aguda escasez del vital líquido, y cuando lo reciben, éste se encuentra con color y olor desagradables, denunció.
La legisladora reveló que las causas de este problema que afecta a lo largo y ancho de la ciudad, se encuentran en el desarrollo de megaproyectos que acaparan el agua. Detalló que además de violar los derechos a la información y a la transparencia, las autoridades aprueban dictámenes de factibilidad que carecen de estudios de impacto ambiental o urbano, lo que provoca la escasez del líquido.
La diputada de morena llamó a la Secretaría de Salud, a vigilar el cumplimiento de la norma oficial mexicana NOM 127-SSA-1994 la cual la faculta para establecer los parámetros de calidad del agua antes de que sea entregada a los organismos operadores. Los habitantes de la Ciudad de México tenemos derecho a saber si el agua que consumimos es en realidad potable, concluyó.