Al dictar la conferencia “Introducción a los vuelos tripulados a Marte”, en el marco de la Segunda Semana de la Cosmonáutica en México, el especialista manifestó que el hombre puede permanecer en el espacio por meses o años y es capaz de sobrevivir en la superficie de otro planeta.
Explicó que durante una trayectoria interplanetaria se pierde la gravedad casi en su totalidad, pero la fisiología humana y cardiovascular funciona igual en la órbita terrestre que en el planeta rojo.
Durante su participación en el panel internacional de expertos Misión a Marte. Vuelos tripulados, en la Escuela Superior de Medicina (ESM), Iglesias Leal señaló que de acuerdo con sus características, la superficie marciana es una alternativa para construir nuevas ciudades, ya que su atmósfera es de 40 kilómetros, no tiene campo magnético y los rayos cósmicos llegan directamente.
Debido a que el planeta rojo tiene una masa del 38 por ciento, el cuerpo pesará un tercio de su peso terrestre y a tercera parte, la distribución de los líquidos de la parte superior del mismo estará menos concentrados. Además, tiene un ciclo día/noche de 24 horas con 37 minutos y está a 25 grados de inclinación lo que permite la existencia de estaciones del año, agregó.
Sin embargo, la distancia entre Marte y la Tierra es de 50 millones de kilómetros, lo que representa un viaje de seis a siete meses. Con el desarrollo de la tecnología y nuevos combustibles para los cohetes, aunado a que ambos cuerpos celestes se encuentren en una órbita similar, estas expediciones se podrán realizar en menos de un mes.
En su oportunidad, Rogelio Matamoros, docente de la ESM, presentó la conferencia “Fisiología Aeroespacial” en la que dijo que en los vuelos espaciales el cuerpo presenta cambios estructurales porque las vías respiratorias y el corazón padecen afectaciones que modifican su funcionamiento.
Asimismo, el sistema nervioso sufre perturbaciones en las guías neurológicas del pensamiento, percepción y equilibrio, por lo que cuando los astronautas llegan a la Tierra registran cambios al tratar de adaptarse a la fuerza gravitacional del planeta, que pueden ser dañinos para su salud física y mental.