El vehículo está elaborado con bloques armables y diversos componentes con los que el usuario aprenderá a armar circuitos básicos, ensamblar y conectar piezas, sin correr ningún riesgo porque únicamente funciona con 9 volts para que pueda ser utilizado por niños mayores de cinco años.
En un principio este prototipo era un seguidor de línea el cual fue modificado por Araneth Ortiz Toribio y Bryan Jesús Angelino Moran para que persiguiera luz, por lo que cambiaron el circuito de funcionamiento y añadieron algunos componentes como sensores de fotorresistencia.
Éstos captan la luz para que fluya la corriente por todo el dispositivo y al llegar a los motores hacen que el coche avance, expresaron los politécnicos.
El seguidor funciona cuando el usuario conecta la baratería a los cables, posteriormente los sensores detectan la luz, ya sea natural o producida por algún artefacto como lámparas, flash de cámaras o un foco para avanzar hacia ella, mientras más fuerte sea el destello más rápido es su recorrido.
Angelino Moran detalló que los niños pueden usar el juguete el tiempo que deseen, ya que no se sobrecalienta ni apaga. Además, en comparación con otros dispositivos, puede ser utilizado en cualquier lugar y terreno porque no necesita de un patrón o camino para avanzar como es el caso de los seguidores de línea.
Ortiz Toribio y Angelino Moran mejorarán el prototipo para entrar a la industria de los juguetes y que se pueda implantar en las aulas con la finalidad de fomentar el interés de los infantes por la electrónica. Además trabajarán en la construcción de nuevos juguetes como drones, aviones y helicópteros.