En el dictamen avalado por el Pleno del Senado, en la sesión ordinaria del pasado 4 de abril, se detalla que las personas migrantes que regresan de manera voluntaria o por un proceso de deportación o repatriación, enfrentan situaciones de discriminación a su llegada a nuestro país, por haber vivido en uno diferente.
Se trata de personas que han vivido muchos años en Estados Unidos, por lo que sus costumbres, roles sociales, vestimenta y forma de hablar cambian, y al regresar a sus comunidades de origen, enfrentan un choque cultural al integrarse nuevamente al contexto sociocultural de sus comunidades, sobre todo, cuando se trata de zonas rurales e indígenas.
Para la población que retorna, indica el texto, lo más complicado es la integración social en las escuelas, el proceso de adaptación a la convivencia con sus nuevos compañeros, en un contexto socioeconómico y cultural al que no están acostumbrados. Además, precisa que no sólo sucede con niñas, niños y adolescentes sino también con jóvenes y mujeres y hombres adultos e, incluso, con sus familiares.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Migración, la cifra de mexicanos deportados durante el mes de enero de 2017, fue de 12 mil 447 personas, cifra menor a la de enero de 2016, cuando fueron deportados 13 mil 93 mexicanos. Sin embargo, con el cambio de la política migratoria en Estados Unidos podría incrementarse significativamente el número de deportaciones.
El dictamen fue aprobado en votación económica.