Lo que es la vida. Una gran protagonista de Los Olvidados, Alma Delia Fuentes, acaba de morir, a los 80 años, dicen los cronistas que olvidada en la cochera de su casa, abandonada menos por sus cachorros. Qué perra es la vida, amigos. El movimiento todo lo consume en el tiempo. Bella niña, maravillosa actriz infantil, bella mujer, laureada por tirios y troyanos en la Época de Oro del Cine Mexicano, acaba de ser cremada para guardar sus cenizas en el corazón de Gaia, la madre tierra, la madre que la parió, y que nos dio a luz a los seres humanos hechos de lodo en las manos de un creador desconocido.
Alma Delia Fuentes es un avatar, un símbolo del ser humano que escala las pirámides del éxito, de la gloria, glorificando, de la mano de los más grandes maestros del arte a los pobres, a los desvalidos, a los desheredados de la vida, a los abandonados hasta de la mano de dios. Y le pasó el tiempo sobre su cuerpo glorioso y sufre los mismos abandonos, los mismos fierros viejos, los mismos dolores de sus representados en el celuloide. Ella, la rescatadora de los olvidados, olvidad ella misma hasta que los vecinos se dan cuenta y llaman a la hija, quien va al rescate de la madre, otrora símbolo de la belleza femenina, símbolo de la bondad de rescatadora de los olvidados.
No tiene nada que ver con la clase política. Ésta ya está condenada. Antes. Mucho antes de estar ella olvidada por la gloria del mundo luchando por mantenerse en el poder, inclusive implorando la bendición de los obispos y arzobispos y cardenales, pidiéndoles que intercedan para que su delfín, Alfredo del Mazo Maza, quede como gobernador del estado de México, porque cada vez que Los Pinos manda a levantar una encuesta, gana el tabasqueño López Obrador.
Es ella, la actriz, la olvidada, la recordada sólo porque murió abandonada en la cochera de su casa olvidada de todos, el símbolo de tanta gente olvidada y sólo recordada para obtener su voto a cambio de un bicoque. Me simbolizó la muerte de Alma Delia la muerte del mexicano olvidado hasta de la mano de dios.
Cómo se acaba la vida, como se viene la muerte, tan callando. Cuán presto se va el placer. Cómo después de acordado da dolor. Cómo a nuestro parecer cualquiera tiempo pasado fue mejor. Actriz de la Época de Oro del Cine Mexicano falleció el pasado 2 de abril a los 80 años. Recordada por su actuación infantil en “Los Olvidados” (1950), de Luis Buñuel, papel que le valió ser nominada en los Premios Ariel por su actuación infantil. MERCHE, LOS OLVIDADOS El galardón se lo llevó por su participación en la cinta “Historia de un corazón” (1952), donde actuó junto a Julio Bracho. También participó en el filme “Una familia de tantas”, de Alejandro Galindo, con Fernando Soler, Martha Ruth y David Silva, así como en la segunda versión de “Allá en el rancho grande”, donde interpretaba el personaje de Lilia del Valle en su etapa infantil. Actuó junto a figuras como Fernando Soler, Pedro Infante y Mario Moreno “Cantinflas”.
De acuerdo al programa “Todo para la mujer”, sus restos fueron cremados el día de ayer miércoles. Alma Delia vivió los últimos años de su vida en condiciones de abandono en el garaje de su mansión en el Estado de México; en 2015 se supo que la actriz vivía sola en condiciones infrahumanas, rodeada de basura, excremento y acompañada de sus mascotas. De acuerdo con Maxine Woodside, una de sus hijas acudió a su rescate luego de que los vecinos alertaran de la situación.
Se fue Alma Delia. Le regaló al mundo tanta inteligencia, tanta habilidad artística, tanta belleza, tanto amor. Ella, al final de la historia, se halló abandonada y acompañada de sus cachorros. Se desveló tanto por todos, que todos no tuvimos tiempo, nadie, de desvelarnos por ella. Alma Delia Fuentes, la imagen de la belleza.