Quien es considerado uno de los baluartes del periodismo mexicano, merced su trabajo al frente del diario Excélsior y, posteriormente de la revista Proceso, fue acompañado en esta última travesía por su familia, entre ella sus hijos Julio, María Esther y Gabriela; amigos, colaboradores y periodistas.
La ceremonia de velación fue íntima y duró no más de tres horas. Los restos de don Julio reposan en la tumba 27-241, junto a los de su esposa, Susana Ibarra.
Previamente, los restos del periodista fueron velados también en el Panteón Francés. Aunque se anunció que sería un acto familiar, a las exequias acudieron amigos y colaboradores del fundador del semanario Proceso, así como periodistas y trabajadores de esta revista y periodistas de otros medios.
Entre los personajes de la política que asistieron figuran Francisco Labastida, ex gobernador de Sinaloa y candidato a la Presidencia de la República en 2000, Porfirio Muñoz Ledo, Genaro Borrego y José Narro, rector de la UNAM, quien anunció que, previo acuerdo con la familia, la máxima casa de estudios le ofrecerá un homenaje al periodista.