La cooperación internacional no debe dejarse de lado y, por el contrario, deben estrecharse lazos de buena voluntad ante la creciente gravedad de las circunstancias, acotó.
El cambio climático, apuntó, es un problema que ahora se vuelve mayor: si al firmar el Acuerdo de París el objetivo –que el aumento anual de la temperatura global permanezca por debajo de 1.5 grados– parecía complicado; con los planes del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de abandonar toda cooperación y mitigación del fenómeno, que este incremento se mantenga por debajo de los dos grados resulta un reto titánico.
Durante el foro “El futuro del cambio climático ante la Presidencia de Donald Trump”, la senadora Garza Galván hizo hincapié en que, bajo estas circunstancias, las partes que ratificaron el Acuerdo de París deben ponerse en acción, buscar alternativas, tecnología y plantearse la vigencia de dicho Acuerdo.
La senadora Marcela Guerra Castillo comentó, por su parte, que para la restauración del medio ambiente hay que buscar más fondos, pues México está en una situación geográfica vulnerable y, por eso, nuestro interés es refrendar y apoyar a todas las políticas públicas que tengan que ver con el cambio climático.
Dolores Barrientos, representante del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en México, señaló que la crisis climática realmente se encuentra en nuestras ciudades, en nuestros países. Resaltó que uno de los problemas más importantes en la región es la contaminación atmosférica y se vive todos los días en más de 20 ciudades en México.
En el caso de nuestro país, nos cuesta más o menos 40 mil millones de dólares el costo por problemas de salud relacionados con la contaminación; y la mitad de ese costo de salud está directamente relacionado con el sector transporte, el tipo de combustible y el tipo de movilidad que hemos decidido tomar en nuestra ciudades.
No necesitamos financiamiento exterior, con 20 mil millones de dólares podríamos financiar sistemas de transporte sustentable en las ciudades; necesitamos como sociedad hacer este tipo de análisis y no ver el problema en el ojo ajeno, sino ver cómo podemos solucionar nuestros problemas, sostuvo.
Adrián Fernández, director ejecutivo de Iniciativa Cimática de México, reconoció que la falta de ayuda de Trump afectará los esfuerzos para evitar la deforestación y frenará acciones en pos de la eficiencia energética en todos los sectores: residencial, industrial y comercial; así como de las energías renovables.
También consideró que -en aspectos ambientales y climáticos- no debemos permitir que en México se dé un momento de confusión, que permita que vuelvan a la carga intereses particulares o de grupo a los que no les favorecían los avances en sustentabilidad y en eficiencia.
“Estemos atentos para que no nos confundamos. Habrá voces quizás en México y en otros países que empiecen a decir: Ya vamos bajando la guardia y haciendo cosas porque como Estados Unidos no va a hacer nada, entonces México que tampoco haga. Eso es una tontería”, sostuvo.
Julia Martínez, directora de Economía, Medio Ambiente y Cambio Climático de WRI México, recalcó que hay que continuar trabajando con muchas otras naciones, especialmente en el G20 y dejó en claro que el resto del mundo procederá con acciones de cambio climático y con los compromisos del Acuerdo de París.
Beatriz Bugeda, directora de México y Latinoamérica de Climate Reality Project, anticipó que Trump tardaría cuatro años en salirse del Acuerdo de París y ve dos maneras en las que lo podría hacer: la primera con perfil bajo y la segunda generando un gran escándalo a nivel internacional.
También estuvieron presentes, la senadora Luz María Beristain Navarrete, Leonardo Sánchez, asesor de Televisa y especialista en cambio climático; Alfonso Aguirre, director general de la Asociación Grupo de Ecología y Conservación de Islas; Juan Carlos Arredondo, director general de Políticas para el Cambio Climático; y Ana Mendívil Valenzuela, analista de política pública del Centro Mexicano de Derecho Ambiental.
